Desde que llegó a la presidencia en 2017, Donald Trump se ha convertido en el personaje principal de la política estadounidense, haciendo que toda la agenda gire en torno a él sin importar la situación que se trate, aliados y enemigos del expresidente lo tienen siempre presente. Ahora, a poco más de un año de las elecciones, el republicano parece tener ventaja para poder volver a la Casa Blanca después de las elecciones de 2024.
Según una encuesta publicada por The Washington Post y ABC News, el expresidente estadounidense tendría una importante ventaja sobre su sucesor, el actual mandatario, Joe Biden, quien se ha vuelto más impopular con el pasar de los meses. El estudio de los medios estadounidenses pone al líder republicano con el 51 por ciento de la intención de voto, mientras que el demócrata se queda con 41 por ciento de los votos.
Esta es la primera gran encuesta que plantea que el líder republicano podría ser presidente de nuevo, ya que durante los meses anteriores siempre se mostraba que Biden tenía una ligera ventaja sobre Trump o, en el mejor de los casos para el expresidente, existía un empate técnico de cara a las elecciones que se realizarán el 5 de noviembre de 2024, que si no ocurre ninguna sorpresa, enfrentará a los dos líderes estadounidenses.
Esta situación refleja un serio contraste de lo que han sido los últimos meses de Donald Trump, pues durante todo el año ha sufrido una serie de reveses judiciales que parecían poner su candidatura en riesgo y socavar su popularidad. Sin embargo, lejos de eso, el líder republicano ha sabido sortear los obstáculos y convertir las causas en su contra en puntos a favor, intentando crear la retórica de que todo se trata de una persecución política en su contra para evitar que vuelva al poder.
El expresidente Donald Trump enfrenta cuatro acusaciones, dos estatales y dos a nivel federal. Al tener 77 años, de ser declarado culpable, podría pasar el resto de su vida en la cárcel, lo que interpondría su posibilidad de ser presidente. El exmandatario enfrenta 91 cargos penales, que incluyen el pago por silencio a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels, quedarse con documentos clasificados al salir de la presidencia y acusaciones de haber intentado revertir las elecciones de 2020.
En principio, ni siquiera el que sea encarcelado podría detener a Donald Trump de ser presidente si gana las elecciones, ya que los únicos requisitos para ser mandatario es ser estadounidense y tener más de 35 años. Pero ahora, parece que para evitar una situación demasiado surreal, la Corte Suprema de los Estados Unidos podría intervenir para determinar si el líder republicano es elegible o no para los comicios presidenciales.
Varios expertos legales consideran que Trump podría ser descalificado de las elecciones, basados en la sección 3 de la 14.ª enmienda, la cual prohíbe a alguien ocupar un cargo federal si “previamente ha prestado juramento... para apoyar la Constitución” y posteriormente “haber participado en una insurrección o rebelión contra la misma”. Por lo cual podría interpretarse que por los cargos de los que se le acusan por la rebelión del Capitolio e intentar revertir las elecciones de 2020 podría ser sacado de la contienda electoral.
Si la Corte Suprema decide intervenir, se presume que el fallo judicial podría llegar incluso antes de las primarias republicanas, que arrancarán en febrero del próximo año. Mientras tanto, Trump sigue siendo el gran favorito, por una mayoría apabullante en las elecciones de su partido. Incluso, no ha asistido a ninguno de los debates con los demás precandidatos al considerarlos una pérdida de tiempo y, aun así, las discusiones se centran en él y su ausencia en los recintos. De igual manera, continúa con su campaña electoral, en la que en los mítines que realiza hace propuestas de gobierno cada vez más descabelladas.
El Trump más radical
Durante los años que estuvo en la presidencia, Donald Trump se supo desenvolver como un mandatario que si bien tuvo sus aciertos, especialmente en relaciones internacionales, también tuvo actuaciones que fueron condenadas por buena parte de la población, como las salidas de los acuerdos climáticos, duras políticas de inmigración y el manejo de la pandemia. Aunque para muchas personas no fue un mandatario radical, esto podría cambiar si llega al poder el próximo año.
Por ejemplo, en materia de inmigración ilegal, el candidato republicano propone realizar la “operación de deportación nacional más grande en la historia de Estados Unidos”, asegurando que pondrá fin a todas las políticas migratorias de la administración Biden. Asimismo, destacó que expulsará a pandilleros, narcotraficantes o miembros de carteles conocidos o sospechosos. Y cambiará “lo que no está bien” de la ley de inmigración.
Trump también asegura que de ser elegido presidente, buscaría construir hasta diez nuevas ciudades en terrenos federales, invertir en automóviles que despeguen y aterricen de manera vertical y dar dinero a los padres primerizos. Propuestas que han sido más que discutidas por los expertos estadounidenses, quienes las han tachado de populistas.
De igual manera, Trump asegura que, en materia de educación, no tendrá dudas y “firmará inmediatamente una orden ejecutiva que retire los fondos federales a cualquier escuela que enseñe teoría crítica de la raza, temas relacionados con las personas transgénero o cualquier contenido racial, sexual o político inapropiado a nuestros niños”, dijo el mandatario en medio de un discurso de campaña.
Además, asegura que ejecutará a los narcotraficantes que sean atrapados. “Si miras a los países de todo el mundo, sin importar a dónde vayas, los únicos que no tienen un problema de drogas son aquellos que instituyen la pena de muerte para los traficantes de drogas”, dijo Trump en un discurso sobre la ley y orden en Las Vegas, en julio.
Trump promete acabar con los campamentos de personas sin hogar. “La única forma de eliminar los campamentos de personas sin hogar y recuperar nuestros centros de la ciudad es abrir grandes parcelas, grandes extensiones de tierra relativamente económica en las afueras de las distintas ciudades y traer profesionales médicos, psiquiatras, psicólogos y especialistas en drogas, especialistas en rehabilitación y crear ciudades de carpas”.
También asegura que perdonará y liberará a las personas que fueron encarceladas por delitos relacionados con la toma del Capitolio en 2020, donde fanáticos suyos irrumpieron en el recinto gubernamental con el fin de detener la investidura de Joe Biden como presidente de la república. Cabe recordar que también se investiga la labor del expresidente durante dicho episodio, pues se le acusa de haber sido indulgente con los manifestantes para que se tomaran el edificio.
Con esto, Donald Trump muestra que no solo tiene la intención de ser presidente de los Estados Unidos nuevamente, sino que trae una renovada agenda mucho más radical que cuando se hizo elegir en las elecciones de 2016, en la que, con propuestas más extremistas y políticas revanchistas, quiere volver a la presidencia, y hoy día tiene posibilidades más que reales de ser el mandatario del país más poderoso del mundo.