En Hawái las autoridades temen que las cifras de víctimas por culpa de los incendios sigan aumentando, en medio de una de las devastaciones más fuertes en Estados Unidos. Hasta el lunes (14 de agosto) el balance se sitúa en los 96 fallecidos, a la vez que avanzan las tareas para hallar a más personas.
Según las autoridades, principalmente son tres los focos que han azotado la isla de Maui, uno de los cuales se contuvo en su totalidad, mientras que los restantes han sido sofocados entre un 60 y 80 %. El bloqueo se mantiene en varias zonas y el jefe de la Policía, John Pelletier, estimó el fin de semana que solamente se había podido monitorear el 3 % de los puntos calcinados.
“Ninguno de nosotros conoce aún la amplitud”, admitió el funcionario. Mientras la emergencia está presente, así como las tareas de búsqueda, la población cuestiona la forma en que se ha manejado la crisis y exige claridad sobre lo que pudo ayudar a desatar el fuego, además de si hubo fallas en el sistema de alerta.
También se busca determinar si el cableado eléctrico tuvo responsabilidad en la catástrofe que se ha visto intensificada por los fuertes vientos. De hecho, tal ha sido su magnitud que ya se considera como la más mortífera en la historia reciente de Estados Unidos, pues en 1918 más de 400 muertos dejaron incendios en Minnesota y Wisconsin.
La catástrofe retratada en imágenes
La devastación ha quedado consignada en numerosas imágenes de embarcaciones carbonizadas, el panorama de cómo los vientos han estado avivando las llamas, casas convertidas en cenizas y desesperación en el rostro de los residentes. En redes sociales han circulado también videos con la magnitud de las llamas en las calles.
Lahaina, ciudad costera de la isla de Maui, quedó prácticamente hecha polvo por el ‘infierno’ que la arrasó el miércoles, a la vez que los sobrevivientes aseguran no haber recibido ningún aviso tras el cual despejar el área a tiempo.
Al ser consultada sobre el motivo por el que las sirenas de la isla no se escucharon, la senadora por el estado de Hawái, Mazie Hirono, dijo que esperaría los resultados de las pesquisas anunciadas por la fiscal general de ese estado, Anne Lopez.
Las llamas acabaron con más de 2.200 estructuras en Lahaina y las pérdidas se calculan en unos 5.500 millones de dólares. Esta cifra no incluye las miles de personas damnificadas que ahora deben intentar reconstruir casi de cero sus vidas.
¿Qué pasó con el sistema de alarmas?
El saldo de víctimas fatales es mayor al de Camp Fire, ocurrido en 2018, en California, que provocó desolación en la población de Paradise y cobró la vida de 86 personas. Al evocar tragedias como esa surgen interrogantes como cuán listas se encontraban las autoridades, pese a la exposición de la isla a tormentas, tsunamis y terremotos.
Los mecanismos de advertencia, destinados a entregar un poco de tranquilidad a la gente, parecieran alejarse de su propósito. Maui sufrió varios cortes de energía, privando a múltiples residentes de recibir alertas en sus dispositivos móviles.
Pero tampoco se escucharon sirenas y el modo en que se enteraron de la emergencia fue cuando presenciaron el caos: gente corriendo por las calles y las llamas avivándose frente a sus ojos. “La montaña atrás de nosotros se prendió en fuego, y ¡nadie nos avisó!”, dijo Vilma Reed, de 63 años, citada por AFP.
Las autoridades informaron que no permitirían la entrada a Lahaina, mientras se adelantan evaluaciones y una vez las tareas de búsqueda continúen en marcha.
*Con información de Europa Press y AFP.