Las autoridades de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur mantuvieron este lunes 27 de febrero conversaciones en materia de seguridad durante un encuentro en Honolulu, en Hawái, ante la creciente amenaza que supone Corea del Norte para la región.
El diálogo, que fue lanzado en el marco de un acuerdo alcanzado por los líderes de los tres países durante una cumbre celebrada el pasado mes de noviembre, contó con la presencia de Wang Yun Jong, secretario de la Presidencia surcoreana para seguridad económica; de Tarun Chhabra, director de tecnología y seguridad nacional del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca, y de su homólogo japonés, Yasuo Takamura.
“Esta reunión es la primera en que las tres partes han abordado asuntos de seguridad económica. Por ello, las delegaciones de los tres países han buscado la forma de lograr entendimientos para cooperar en áreas de interés común”, señaló la Presidencia surcoreana en un comunicado.
Asimismo, abordó la cooperación en tecnologías emergentes y han destacado que pondrán en marcha conversaciones en materia económica de cara al futuro, según informaciones recogidas por la agencia de noticias Yonhap.
Sin embargo, en las últimas horas se dio a conocer el envío de Estados Unidos de un submarino nuclear a Corea del Sur, en el marco de una visita programada, según confirmó la Marina de Estados Unidos.
Se trata del imponente USS Springfield, de 6.000 toneladas de peso. Según los reportes, el submarino atracó este 23 de febrero en la base portuaria de Busan en Corea del Sur, informó la Séptima Flota estadounidense por medio de sus redes sociales.
La llegada del poderoso submarino se da en medio de tensiones con Corea del Norte luego de que esa nación enviara misiles balísticos a aguas pertenecientes a Japón y Corea del Sur.
A principios de febrero, las autoridades de Corea del Norte prometieron llevar a cabo ejercicios militares “ampliados e intensificados” para garantizar la preparación del país para la guerra.
En este sentido, destacaron la necesidad de “ampliar e intensificar constantemente los ejercicios de operación y combate (...) para hacerle frente a la situación imperante y perfeccionar más estrictamente la preparación para la guerra”.
Tensiones con Corea del Norte
La semana pasada, Corea del Norte realizó el disparo de cuatro misiles de crucero estratégicos y advirtió que el incremento de las maniobras militares conjuntas entre Washington y Seúl “pueden contemplarse como una declaración de guerra”.
Esta declaración llegó poco después de que los dos países aliados informaran sobre un ejercicio de “simulacro” en el Pentágono sobre cómo responder a un eventual ataque nuclear de Pyongyang.
La multiplicación de ensayos armamentísticos por parte del hermético país asiático hacen temer un posible ensayo nuclear, que sería el primero desde 2017. La agencia oficial norcoreana KCNA indicó que sus fuerzas armadas habían disparado cuatro misiles Hwasal-2 que recorrieron 2.000 kilómetros antes de impactar “con precisión” en el mar de Japón.
Según la KCNA, “los lanzamientos demostraron de nuevo la posición militar de las fuerzas de combate nuclear” norcoreanas, “capaces de responder a fuerzas hostiles”.
El ministerio de Defensa de Corea del Sur indicó que los datos anunciados por Pyongyang diferían de lo detectado por sus servicios de vigilancia y los estadounidenses.
Sujeta a numerosas sanciones por parte de la ONU, Corea del Norte no tiene prohibido lanzar misiles de crucero, pero la semana pasada realizó varios disparos de proyectiles vetados que provocaron una condena del secretario general del organismo, Antonio Guterres.
Entre estos lanzó un misil balístico intercontinental que cayó dentro de la zona económica exclusiva de Japón y que, según Pyongyang, demostró su capacidad para ejecutar un “contraataque nuclear fatal sobre fuerzas hostiles”.
Guterres dijo que estas acciones eran “provocadoras”, pero Corea del Norte replicó que sus declaraciones fueron “injustas y desequilibradas” porque no tenían en cuenta su derecho a la autodefensa.
*Con información de AFP y Europa Press.