Es tiempo de campaña presidencial en Estados Unidos y los entornos de los candidatos buscan esos puntos flacos que podrían debilitar la imagen del oponente.

En el caso de Biden, sus oponentes republicanos saben que ese talón de Aquiles es su hijo Hunter, quien enfrenta serios líos con la justicia y tiene una historia de malas decisiones a causa de su adicción a las drogas y alcoholismo, aunque parece que ha seguido su rehabilitación.

Pero al presidente no solo lo están criticando por ponerse siempre del lado de su heredero, sino por la actitud que está teniendo con Navy, una niña de seis años que este concibió, aparentemente, en una de sus noches de juerga.

Uno de los elementos más fuertes de la imagen de Biden es su carácter de hombre de familia y el aparente rechazo a Navy no es coherente con eso, dicen sus críticos. (AP Photo/Meg Kinnard) | Foto: Copyright 2023 The Associated Press. All rights reserved

Cuando se refiere a su faceta como abuelo, el mandatario siempre habla de sus seis nietos y cuenta que habla con ellos todos los días. Así mismo, ha referido que, por muy importante que sea el asunto que esté tratando en la Casa Blanca, siempre contesta las llamadas de ellos.

No obstante, no solo Partido Republicano, sino su propia colectividad, el Partido Demócrata, lo están cuestionando porque hay una séptima nieta a la que no está tratando con el mismo afecto. Es más, la ignora por completo como si se negara a reconocerla, afirman sus detractores.

“El mantra de Joe Biden siempre ha sido que ‘la cosa más importante en tu vida es la familia’. Eso está en el corazón de su narrativa política. La empatía, que nace de las tragedias familiares, ha sido su moneda de cambio. Marcar cruelmente la vida de Navy, justo cuando la está comenzando, socava eso”, escribió Maureen Dowd, una de las columnistas más prestigiosas de The New York Times.

“El presidente no puede defender a Hunter en todos sus otros desastres y trazar una línea en cuanto a la aceptación de una niña. No puedes castigarla por algo en lo que no tuvo elección. Los Biden deberían acoger la vida que Hunter trajo al mundo”, señaló también Dowd.

Navy es fruto de una relación que Hunter tuvo en 2017 con Lunden Roberts, quien trabajaba en un club de stripers.

Sin embargo, él asegura que no recuerda el encuentro, pues en ese momento estaba en una etapa muy cruda de sus adicciones.

En 2019, una prueba de ADN demostró que Navy es hija de Hunter, resultado que él no cuestionó.

Hunter Biden ha sido duramente cuestionado por sus metidas de pata bajo los efectos del alcohol y las drogas. | Foto: Restringido

Así mismo, llegó a un acuerdo con la madre de la niña, con quien se comprometió a darle algunas de sus obras de arte y a una pensión de 20.000 dólares mensuales para su manutención.

De resto, no quiere tener un rol en la vida de la pequeña. “Claramente, Hunter no tiene ningún deseo de criarla y la actitud del presidente no hace, sino reflejar esos deseos de su hijo”, opinó Ben Schreckinger, corresponsal del portal Politico y autor del libro The Bidens: Inside the First Family’s Fifty-Year Rise to Power.

Así mismo, de acuerdo con The Times de Londres, el equipo de la Casa Blanca ha recibido instrucciones en el sentido de que la versión oficial es que el presidente tiene seis nietos, o sea que se excluye a Navy.

Hunter dice que no recuerda el encuentro con la madre de la niña pues estaba en una etapa muy cruda de su alcoholismo y adicción a las drogas. | Foto: Libre de derechos

Así mismo, la secretaria de prensa, Karine Jean-Pierre, se niega a responder al respecto cuando los periodistas abordan el tema.

Muchos comparten con Maureen Dowd la opinión de que la visión de la familia de Biden es anticuada, pues sigue creyendo que los niños nacidos fuera del matrimonio no existen y son una vergüenza.

Otros creen que esa actitud de Biden habla del apoyo incondicional que él siempre ha mostrado hacia Hunter. De hecho, ante las múltiples acusaciones que se le han hecho y a pesar de que se declaró culpable en un caso referente a impuestos, el presidente sigue creyendo que él no hizo nada malo.

Los propios demócratas, que trabajan en la reelección de Biden en 2024, están muy preocupados por la mella que esa actitud con una niña pueda tener en su imagen.

“Es un asunto que parece trivial, pero quema, porque ese no es él. La Casa Blanca tiene que pensar en la manera de arreglar esto si no quieren esa amenaza sobre la campaña”, le declaró un estratega del Partido Demócrata a The Mesenger.