La migración ilegal en Estados Unidos ha sido uno de los mayores problemas que ha tenido que afrontar esta nación en lo corrido del 2023.
Con crisis sociales en Austin, Texas, por parte de la misma comunidad estadounidense, más la que se vive en Nueva York, con la migración cubana y venezolana que cada vez es más difícil de controlar, los menores de edad son la población más vulnerable que debe soportar las consecuencias físicas y psicológicas de las caravanas ilegales de migrantes que reportan desde América Central.
Por este motivo, la administración de Joe Biden ha anunciado que se pondrá en marcha un plan para albergar hasta 800 niños migrantes no acompañados a lo largo de la frontera sur del Estado de Carolina del Norte en un internado que está en desuso.
La Oficina de Reasentamiento de Refugiados del Departamento de Salud y Servicios Humanos, encargada de cuidar a los menores migrantes no acompañados, ha empezado a considerar abrir las instalaciones del internado en la localidad de Greensboro en el mes de agosto, antes de finalizar el verano.
El antiguo internado, que era conocido con el nombre de Academia Hebrea Estadounidense, será el albergue de niños y niñas migrantes entre 13 y 17 años quienes ingresaron a Estados Unidos sin la compañía de los padres o algún familiar y que están bajo la protección de la custodia fronteriza.
Tal como lo anunció el gobierno Biden, este refugio contará con 800 camas, el cual se convierte en el centro más grande de niños migrantes sin compañía a lo largo de la nación.
Otro centro similar al que se va a constituir en Carolina del Norte, es uno que está ubicado el Texas, al sur del país. No obstante, este se considera más un campamento que un albergue, ya que está formado por varias tiendas de campaña ubicadas dentro del puesto del Ejército de los Estados Unidos de Fort Bliss, el cual tiene una capacidad para refugiar a 500 niños migrantes, que por cierto ha sido foco de constantes críticas por mostrar resultados deficientes en la atención a los menores, siendo culpabilizado este albergue por generar depresión infantil en 2021.
Puntos encontrados en la formalización de estos albergues
La manera en que los menores de edad son tratados en estos albergues han sido protagonistas desde 2021, en el inicio de la pospandemia.
Las personas y grupos defensores de los niños migrantes han criticado desde hace varios años la puesta en marcha de estos albergues, debido a que no se encuentran adecuadamente regulados por las agencias estatales de bienestar infantil, a diferencia de los refugios tradicionales, los cuales no han sido creados ‘a la carrera’, como sí lo han sido los actuales.
Junto con el campamento Fort Bliss en Texas, una instalación en Homestead, Florida, también fue objeto de críticas por la manera en que los funcionarios trataban a los menores de edad y del sentimiento de angustia al que los sometían en reiteradas ocasiones.
No obstante, la sede de Greensboro será una de las instalaciones más modernas para los menores, ya que contará con dos docenas de edificios, campos deportivos y un centro deportivo ubicado cerca a un lago, además de ofrecerle a los adolescentes servicios médicos, recreación, asistencia psicológica y educación elemental.
En el último reporte dado por la administración Biden, el Departamento de Salud y Servicios Humanos alberga cerca de 5.800 menores, el cual ha sido el nivel más bajo desde que Joe Biden asumió la presidencia, lo que representa una caída de casi el 75% desde el máximo registrado de 22 mil niños que se tuvo en la primavera de 2022, lo que se debe a que cada vez menos personas se atreven a cruzar por la frontera sur del país y por la mala fama que gozan estos albergues estatales en la actualidad.