Nuevamente, desde el Pentágono de Estados Unidos, un funcionario indicó que en medio de las operaciones de la oficina encargada de recolectar información sobre presuntos avistamientos de objetos voladores no identificados, mejor conocidos como ovnis, advirtió que en la actualidad la oficina está detrás de la pista de más de 650 naves.
El informe fue presentado por Sean Kirkpatrick, quien es el director de la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios del Pentágono (AARO, por sus siglas en inglés), durante una plenaria del subcomité del Comité de Servicios Armados del Senado, indicando los avances que se han promovido desde la rama del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
“De los más de 650, hemos priorizado aproximadamente la mitad de ellos por tener un valor anómalo e interesante, y ahora tenemos que revisarlos y decir ‘¿de cuántos de ellos tengo datos reales?’”, indicó el alto funcionario, según recoge el medio local CNN, afirmando la cantidad de naves que habrían captado y las que ahora estarían estudiando.
Ante tal información, Kirkpatrick indicó que su oficina rastrea los “avistamientos” y luego inicia una investigación para determinar si se trata, efectivamente, de un ovni o si, por el contrario, es una tecnología avanzada de otros países que se estaría probando.
“También debo dejar claro para que conste que en nuestra investigación, AARO no ha encontrado evidencia creíble hasta el momento de actividad extraterrestre, tecnología fuera del mundo u objetos que desafíen las leyes conocidas de la física”, resaltó en medio de su presentación.
“Tienen menos aversión al riesgo en el avance técnico que nosotros. Simplemente, están dispuestos a probar cosas y ver si funciona (...) ¿Hay capacidades que podrían emplearse contra nosotros tanto en ISR (Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento) como en armas? Absolutamente. ¿Tengo pruebas de que lo están haciendo en estos casos? No, pero tengo indicadores preocupantes”, añadió, insistiendo sobre posibles tecnologías que otros países estén probando y que pueden ser asimiladas como ovnis por su oficina.
Kirkpatrick indicó que, en algunos casos captados, no se logra distinguir el objeto en cuestión, por lo que la identificación continúa siendo uno de los grandes retos de su oficina; incluso, recalcó que algunos de los videos los estaría presentando ante otras divisiones del Pentágono para incluir otra tecnología que ayude a la investigación.
“Solo un porcentaje muy pequeño de los informes de UAP muestran firmas que podrían describirse razonablemente como anómalas (...) La mayoría de los objetos no identificados informados a AARO demostraron características mundanas de globos, desorden, fenómenos naturales u otras fuentes fácilmente explicables”, resaltó el alto funcionario sobre algunos de los hallazgos.
¿Vigilan la Tierra?
Hace un mes Kirkpatrick se refirió a un informe en donde se habla de la presencia de ‘fenómenos aéreos no identificados’ (UAP), término con el que ahora se hace referencia a objetos voladores no identificados.
El documento, que fue desarrollado en colaboración con el teórico Abraham Loeb, expresidente del Departamento de Astronomía de Harvard y actual profesor de Ciencias de esa universidad, señala que una serie de naves extraterrestres estarían enviando sondas a la Tierra mientras se desplazan por diferentes zonas de nuestro sistema solar.
En dicho informe también se plantea la posibilidad de que exista una nave espacial nodriza, proveniente de una galaxia lejana, la cual llevaría varias décadas estacionada en un punto fijo del sistema solar y que desde ese sitio continuamente lanzaría naves pequeñas o sondas para poder estudiar los planetas que son del interés de la especie extraterrestre.
En ese orden de ideas, la presencia de esta nave nodriza podría explicar los diferentes avistamientos de ovnis que personas de varias zonas del mundo han reportado a través de los años.
“Un objeto interestelar artificial podría ser potencialmente una nave madre que libera muchas sondas pequeñas durante su paso cercano a la Tierra, una construcción operativa no muy diferente de las misiones de la Nasa”, precisa un aparte del documento titulado ‘Restricciones físicas en fenómenos aéreas no identificados’, el cual fue reseñado por la revista Forbes.