La tensión en el océano Pacífico entre Estados Unidos y varios países de Asia, como China y Corea del Norte, sigue creciendo por cuenta de los ejercicios militares.
En esta ocasión, el que ahora contraataca es el Gobierno de Joe Biden, ya que se informó por parte de las autoridades estadounidenses que han procedido el miércoles 6 de septiembre al lanzamiento de un misil balístico intercontinental para “verificar la seguridad, efectividad y predisposición de su sistema armamentístico”, según comunicó la Fuerza Espacial de Estados Unidos.
El lanzamiento del misil, llamado Minuteman III, tuvo lugar sobre la 1:26 a. m. (hora de la costa oeste de Estados Unidos) del miércoles 6 de septiembre desde la base de la Fuerza Espacial estadounidense en Vanderberg, que se encuentra en el condado de Santa Bárbara, en California.
El Departamento de Defensa había señalado con anterioridad que el propósito del programa de lanzamiento de prueba de misiles balísticos es “demostrar la preparación de las fuerzas nucleares estadounidenses y brindar confianza en la letalidad e ineficacia de la disuasión nuclear de la nación”.
El mismo Gobierno de Estados Unidos afirmó que la prueba es “rutinaria” y que fue programada hace años, descartando la idea de que el lanzamiento haya sido llevado por cuenta del repunte de ensayos balísticos llevados a cabo desde Corea del Norte durante los últimos años o ante la creciente amenaza de Rusia en el marco de la invasión de Ucrania.
De acuerdo con los procedimientos estándar, Estados Unidos transmitió una notificación previa al lanzamiento de conformidad con el Código de Conducta de La Haya y notificó al Gobierno ruso con anticipación de las “obligaciones bilaterales existentes”.
Un ensayo similar se llevó a cabo hace exactamente un año, con la misma clase de misil y desde la misma base militar.
Corea del Norte “pagará el precio” si suministra armas a Rusia
Estados Unidos lanzó una dura advertencia, donde afirmó que Corea del Norte afrontará consecuencias si suministra armamento a Rusia para su guerra en Ucrania, cuando se espera que los líderes Kim Jong-un y Vladimir Putin mantengan conversaciones al respecto.
Afectada por sanciones, Rusia ansiaría conseguir más suministros militares para vigorizar sus fuerzas en momentos en que Kiev realiza una contraofensiva para recuperar su territorio.
El asesor de Seguridad Nacional del presidente estadounidense Joe Biden, Jake Sullivan, declaró que Pyongyang y Moscú analizan emprender “conversaciones a nivel de líderes, quizá incluso en persona” sobre las necesidades armamentísticas de Rusia.
Sullivan dijo que Rusia podría utilizar armas norcoreanas para atacar los suministros ucranianos de alimentos y la infraestructura de calefacción de cara al invierno y así “tratar de conquistar un territorio que pertenece a otra nación soberana.”
“Pagarán un precio por esto en la comunidad internacional”, dijo a los periodistas Sullivan acerca de las “activas discusiones” entre Moscú y Pyongyang sobre entregas de armas.
Washington cree que el líder norcoreano, Kim Jong-un, tiene intención de visitar Rusia para tratar con el presidente Vladimir Putin la venta de armas de Pyongyang a Moscú para su guerra en Ucrania.
Con información de Europa Press y AFP