Estados Unidos desplegará un destructor, así como aviones de combate F-35 y F-16 en Medio Oriente, para disuadir a Irán de tomar barcos en el Golfo, informó el Pentágono este lunes 17 de julio.
La medida se produce después de que la Armada de Irán tratara de apoderarse de dos buques mercantes en el estrecho de Ormuz y en el Golfo de Omán, a principios de julio, en un incidente en el que se abrió fuego contra uno de los barcos.
“A la luz de esta continua amenaza y en coordinación con nuestros socios y aliados, el Departamento (de Defensa) está aumentando nuestra presencia y capacidad para monitorear el Estrecho y las aguas circundantes”, dijo la secretaria de prensa adjunta del Pentágono, Sabrina Singh.
La portavoz llamó a Teherán a “cesar inmediatamente estas acciones desestabilizadoras que amenazan el libre flujo del comercio a través de esta estratégica vía acuática”.
El viernes, un alto funcionario de defensa dijo que Estados Unidos estaba volando aviones de combate A-10 Warthog sobre el Golfo, armados con “el tipo de munición que sería útil para enfrentarse a barcos rápidos y objetivos móviles”.
Esta zona es considerada como crucial para el transporte mundial de petróleo.
A medida que los “barcos de ataque rápido” iraníes han representado “una mayor amenaza marítima, nosotros hemos intentado una serie de diferentes maneras para abordarlos”, señaló Singh. “Y el avión A-10 ha demostrado ser capaz de lograrlo”.
Washington informó que sus fuerzas bloquearon dos intentos de Irán de apoderarse de petroleros comerciales en aguas internacionales frente a Omán el 5 de julio, mientras que Teherán se hizo con el control de un buque comercial al día siguiente.
En abril y principios de mayo, Irán tomó dos buques cisterna en una semana en aguas regionales y fue acusado de lanzar un ataque con drones contra un petrolero israelí en noviembre de 2022.
Los incidentes de este tipo se remontan a 2018, cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se retiró del acuerdo nuclear con Irán y volvió a imponer sanciones a la república islámica, lo que provocó una escalada de las tensiones.
Las conversaciones para reactivar el acuerdo siguen estancadas, pero recientemente se reanudaron con Omán como intermediario.
Hace unos días, mediante una rueda de prensa en el Pentágono, un alto funcionario de la Casa Blanca señaló que enviarán aviones de combate F-16 a la región del Golfo este fin de semana, ya que Irán intentó hace poco apoderarse de dos petroleros cerca de esa zona.
El integrante de la defensa del país norteamericano habló bajo condición de anonimato para proporcionar detalles de las operaciones militares en la región, enfatizando que los F-16 darán cobertura aérea a los barcos que se desplazan por la vía fluvial y aumentarán la visibilidad de los militares en la zona, como medida disuasoria.
La Marina de los EE. UU. señaló que en ambos casos los buques de guerra iraníes retrocedieron cuando el USS McFaul, un destructor de misiles guiados, llegó a la escena. Además, el funcionario aseguró que está considerando una serie de opciones militares para hacer frente a la creciente agresión rusa en los cielos de Siria.
La actividad militar rusa, que ha aumentado en frecuencia y agresión desde marzo, se deriva de la creciente cooperación y coordinación entre Moscú, Teherán y el gobierno sirio para tratar de presionar a Estados Unidos para que abandone Siria.
“Rusia está en deuda con Irán por su apoyo en la guerra en Ucrania, y Teherán quiere que la nación americana salga de Siria para que pueda mover más fácilmente la ayuda letal al Hezbolá libanés y amenazar a Israel”, agregó el funcionario, citado por la agencia AP.
*Con información de AFP