La residencia del hijo de Lady Di en Estados Unidos amenaza con convertirse en un problema para la administración de Joe Biden en momentos en que se acercan las elecciones presidenciales.
La semana pasada era noticia que The Heritage Foundation, un centro de pensamiento conservador con sede en Washington D.C. presentó en una corte federal una petición para que el Department of Homeland Security (DHS) o Departamento de Seguridad Nacional, diera a conocer los expedientes del trámite por el cual se le concedió la visa de residencia a Harry, duque de Sussex.
Como se recuerda, en 2020, él y su esposa Meghan Markle renunciaron como miembros en funciones de la familia real británica y se establecieron en una mansión de 15 millones de dólares, en Montecito California.
A comienzos de este año, el duque lanzó un libro de memorias, Spare o En la sombra, como se distribuye en español, en el cual cuenta su experiencia con las drogas. Específicamente, narra que ha consumido marihuana, cocaína y hongos alucinógenos.
Lo que quiere saber específicamente la fundación es si él reveló esos detalles cuando solicitó la visa estadounidense, pues es una pregunta que se les hace a quienes se someten al trámite.
De acuerdo con The Times, la fundación dio a conocer la respuesta que le dio el DHS a su solicitud, uno de cuyos párrafos citó textualmente: “Esta oficina no encuentra interés público en la divulgación (de los documentos) como para anular los intereses de privacidad del sujeto”.
A raíz de ello, la fundación acusó públicamente al gobierno de Biden de una “desastrosa falta de transparencia”.
En respuesta, Nile Gardiner, directora del Margaret Thatcher Center for Freedom, que pertenece a The Heritage Foundation , dijo que la lucha por obtener los registros continuará en la corte.
Ahora, subrayó Gardiner, será un juez el responsable de decidir si los documentos atinentes al hijo del rey de Inglaterra son de interés público, informó el diario londinense.
“Esperábamos tener que pelear cada paso de este caso en la corte federal y continuaremos presionando por transparencia y rendición de cuentas para el pueblo estadounidense. Estamos decididos a perseverar en un asunto de claro interés público, sobre un asunto relevante que le importa a la ciudadanía estadounidense: la aplicación y el cumplimiento de las leyes de inmigración de los Estados Unidos sin temor al favorecimiento”, anotó Gardiner.
No es la primera vez que el uso de las drogas es asociado con la petición de la visa estadounidense por parte de una celebridad.
Se recuerda que ello le ha complicado la diligencia a personalidades como la top model Kate Moss, la fallecida cantante Amy Winehouse y la chef Nigella Lawson.
La prensa ha aclarado que contar acerca del uso de drogas no necesariamente priva a las personas de entrar o permanecer en los Estados Unidos, pues los funcionarios pueden hacer excepciones.
Al parecer, eso es justamente lo que quiere averiguar el centro de pensamiento y si fue así, cuáles serían las razones.
Ni el príncipe Harry ni el Palacio de Buckingham han hecho ninguna declaración al respecto de este delicado tema.