El Tribunal Supremo de Georgia, Estados Unidos, ratificó este martes 24 de octubre la prohibición del aborto a partir de las seis semanas de embarazo promulgada por un tribunal estatal a finales de julio, siendo este un golpe para la población que busca la preservación del servicio catalogado también como derecho.
Esta sentencia revocó la decisión de otro tribunal que pretendía anular algunos artículos de la ‘ley LIFE’ (vida, en inglés) del estado de Georgia, según informó la cadena estadounidense CNN.
La ‘ley LIFE’ prohíbe el aborto a partir de la detección de actividad cardíaca precoz, que puede ocurrir a las seis semanas de embarazo, momento en el que el embarazo puede no haber sido detectado.
La jurisprudencia admite excepciones para emergencias médicas, casos de violación e incesto que hayan sido denunciados a la Policía y casos en los que se determine que un feto no es viable por problemas médicos.
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, tachó la decisión de “devastadora” y advirtió que el Partido Republicano está “redoblando esfuerzos” para pedir una prohibición nacional.
“El Tribunal Supremo de Georgia ha confirmado una devastadora prohibición del aborto que ha despojado de su libertad reproductiva a millones de mujeres en Georgia y ha amenazado a los médicos con penas de cárcel por prestar asistencia”, declaró Jean-Pierre en su comunicado.
Además, aprovechó para señalar que, desde que el Tribunal Supremo anulara en junio de 2022 el caso Roe contra Wade, “se ha negado a las mujeres la atención médica que necesitan desesperadamente para preservar su salud” y se les “ha obligado a viajar cientos de kilómetros para recibir atención médica”.
En ese sentido, también aseguró que la Administración Biden seguirá “luchando” para restablecer las protecciones del fallo Roe contra Wade, que reconoció por primera vez el derecho de las mujeres al aborto sin restricciones durante el primer trimestre del embarazo, un precedente legal que se lleva usando en el país desde 1973.
Georgia se une así a un creciente número de estados que prohíben o restringen los abortos en el país norteamericano. Muchas de las leyes han entrado en vigor después de que el Tribunal Supremo anulara en junio de 2022 el caso Roe contra Wade, devolviendo la cuestión de la legalidad del aborto a los estados.
Política sobre el aborto en Florida
El tema del aborto ha estado presente dentro del debate de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos. En septiembre, el expresidente Donald Trump calificó de “terrible error” la política sobre el aborto en el estado de Florida, cuyo gobernador es Ron DeSantis, uno de sus principales rivales en la carrera para hacerse con la candidatura republicana a las presidenciales.
Trump, que allanó el camino durante su mandato para revertir el fallo judicial Roe vs. Wade, que garantizaba el derecho al aborto a nivel federal, lamentó ahora que los republicanos “hablan de forma poco articulada” sobre el aborto.
En este sentido, señaló que políticos como Ron DeSantis han “perseguido restricciones terribles” a nivel estatal, algo que podría llegar a “alienar a gran parte de la población”, pero ha evitado adoptar una postura concreta.
No obstante, en una entrevista con la cadena de televisión NBC, Trump aseguró que, si es elegido, tratará de llegar a acuerdos sobre los plazos legales para abordar y estudiará si estas medidas deben tomarse a nivel federal.
“Me sentaría con ambas partes y negociaría algo y acabaríamos con paz en ese tema por primera vez en 52 años”, aseveró.
El aborto también podría ser un tema crucial este otoño en las elecciones legislativas del estado de Virginia, que se consideran un barómetro del estado de ánimo del electorado de cara a las elecciones presidenciales del próximo año.
*Con información de Europa Press.