El Gobierno de Estados Unidos afirmó que las declaraciones del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sobre Washington son “indignantes” y que con ellas Brasil está renunciando a la pretensión de neutralidad en sus discursos sobre la guerra de Ucrania.
“A pesar de declararse neutral en la disputa geopolítica entre Estados Unidos y China, Brasil parece haberse alineado claramente con China y Rusia” según han explicado diferentes fuentes del gobierno estadounidense entrevistadas por el medio brasileño Folha, quienes han afirmado que “los brasileños no solo no han valorado el equilibrio en sus posiciones, sino que han adoptado una clara oposición a Washington”.
“No estamos presionando a Brasil a no tener relaciones con el régimen de Xi Jinping o a elegir a uno de los dos países, ya que Estados Unidos también tiene grandes intercambios con China” han relatado, pero consideran que el presidente de Brasil, el ministro de asuntos exteriores, Mauro Vieira y el asesor especial del propio Lula, Celso Amorim, “han adoptado un tono de antagonismo contra Estados Unidos”.
Los miembros del gobierno entrevistado por el medio anteriormente citado consideran de lo “más problemático” la visión de Lula de Estados Unidos como un obstáculo para acabar con la guerra de Ucrania y a China y Rusia como los países que van a finalizarla.
El presidente de Brasil declaró este sábado en China que “Estados Unidos necesita dejar de incentivar la guerra y empezar a hablar de paz. Es necesario que la Unión Europea empiece a hablar de paz para que podamos convencer a Putin y Zelenski de que la paz es el interés de todos y que la guerra, por el momento, solo interesa a ambos”.
Lula da Silva jugando a dos bandas con China y Estados Unidos
El presidente de Brasil ha emprendido un delicado ejercicio de equilibrio, manteniendo relaciones estrechas con Estados Unidos y China.
El viaje al gigante asiático abarcó una agenda económica en Shanghái y una más política en Pekín, donde se reunió con su homólogo Xi Jinping. Esta visita a China llegó después de su visita el pasado mes de febrero a Washington, donde se reunió con el presidente Joe Biden.
Lula se mostró confiado de que el fortalecimiento de los lazos entre Brasilia y Pekín no causará ningún “rasguño” con Washington.
A diferencia de las potencias occidentales, ni China ni Brasil han impuesto sanciones contra Rusia por su invasión a Ucrania en febrero de 2022 y tratan de posicionarse como mediadores para alcanzar la paz.
En días pasados, el mandatario brasileño había sugerido a Ucrania ceder la península de Crimea a Rusia para facilitar el fin de la guerra, y afirmó que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, “no puede quererlo todo”.
“(El presidente ruso Vladimir) Putin no puede quedarse con el territorio de Ucrania. Tal vez se discuta Crimea. Pero lo que invadió de nuevo, tiene que repensarlo”, dijo también Lula en un encuentro con periodistas en el Palacio presidencial del Planalto, en Brasilia.
Lula defiende crear un grupo de países para trabajar en una salida negociada al conflicto causado por la invasión rusa, y antes del viaje había prometido que a su regreso de China ese grupo estará “creado”. Consultado sobre qué avances tuvo esa iniciativa tras su conversación con Xi, el mandatario no dio detalles.
“Es preciso tener paciencia” para conversar con Putin y Zelenski, señaló. “Pero sobretodo es preciso convencer a los países que están proveyendo armas, incentivando la guerra, que paren”.
*Con información de AFP.