La identificación de Rex Heuermann tiene conmocionado a Estados Unidos. Heuermann era hasta hace poco conocido como arquitecto de 59 años de Nueva York, Estados Unidos, dueño de una empresa de consultoría en arquitectura, padre de dos hijos.
El pasado viernes 14 de julio pasó a ser identificado como un asesino serial, autor del asesinato de al menos cuatro mujeres, todas trabajadoras sexuales, cuyos cuerpos fueron enterrados en una zona llamada “Gilgo Beach”.
Por el momento, se le ha acusado de la muerte y la desaparición de tres mujeres identificadas como: Melissa Barthelemy, Megan Waterman y Amber Costello. Igualmente, es el sospechoso del asesinato de Maureen Brainard-Barnes ocurrido en 2007 y podría estar involucrado en más muertes. Todas las mujeres habrían sido asesinadas entre 2007 y 2010.
El caso
El caso de Heuermann fue un misterio criminal que las autoridades no lograban resolver e inició en 2010, cuando una trabajadora sexual, Shannan Gilbert, de 24 años, hizo una premonitoria llamada al número de emergencias 911, “Algo me va a pasar… hay alguien detrás de mí… por favor”.
Gilbert desapareció después de salir a pie de la casa de un cliente y su cuerpo fue encontrado ocho meses después, en la zona de Gilgo Beach, en donde en cuestión de días fueron encontrados otros tres cuerpos.
La policía identificó que las mujeres se encontraban envueltas de manera similar, y todas eran acompañantes que encontraban sus clientes en el sitio web Craiglist. El grupo fue identificado como las “cuatro gilgo”, debido al nombre del sitio donde fueron encontrados los cuerpos.
A medida que continuaba la búsqueda, la cantidad de restos humanos descubiertos cerca de Gilgo Beach aumentó a 10, ocho correspondían a mujeres, y se encontraron elementos corporales que pertenecerían a un hombre y un niño pequeño, pero era el año 2011 y aún no había pistas sobre el autor de los crímenes.
Sádicas llamadas
Uno de los detalles que más asombro ha producido, es el hecho de que Heuermann habría realizado llamadas a las familias de las víctimas.
Heuermann habría utilizado decenas de teléfonos desechables para comunicarse con sus víctimas, de acuerdo con el New York Post, la policía lo vinculó Heuermann con un teléfono desechable, utilizado para contactar a la familia de Melissa Barthelemy siete veces después de su desaparición a mediados de julio de 2009.
“¿Esta es la hermana pequeña de Melissa?” preguntó una voz masculina anónima a Amanda, quien era la hermana de la víctima, que entonces tenía 16 años: “¿Sabes lo que está haciendo tu hermana? Ella es una puta”, le habría dicho el hombre a la joven.
La joven, en una entrevista con el medio PIX11 News en 2020, dijo, además, que en la llamada anónima el hombre había admitido haberla “violado” y “matado”.
Carole Lieberman, una siquiatra forense habló con el medio Newsweek sobre el caso, explicó al respecto: “Dado que Rex Heuermann es un sádico sexual en serie, no estaba satisfecho con matar y probablemente torturar a sus víctimas. Necesitaba burlarse de sus familias con llamadas para regodearse de haber matado a sus seres queridos, para poder infligirles dolor a ellos también”, aseguró.
La experta asegura que el hombre, a quien le fueron incautados equipos electrónicos con pornografía infantil, sentía una emoción “sexual” al momento de hacer esas sádicas llamadas: “Heuermann, sin duda, sintió una emoción sexual cuando hizo estas llamadas, similar a la emoción sexual que sintió al ver pornografía infantil e imágenes de mujeres siendo torturadas sexualmente”, dijo.