En las últimas horas, el secretario de Estado norteamericano Antony Blinken, exigió la liberación “inmediata” del periodista norteamericano Evan Gershkovich quien hace parte del equipo de The Wall Street Journal y que fue capturado por las autoridades rusas bajo sospecha de espionaje.
Blinken ha mantenido una conversación telefónica con su homólogo ruso, el ministro de Asuntos Exteriores Sergei Lavrov, para tratar la situación del periodista estadounidense.
Lavrov ha destacado que “Gershkovich fue sorprendido con las manos en la masa cuando intentaba conseguir información secreta clasificada como secreto de estado aprovechando su condición de periodista”, ha informado el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso en un comunicado.
El funcionario de la Casa Blanca “expresó la gran preocupación de Estados Unidos por la inaceptable detención por parte de Rusia de un periodista estadounidense”, dijo un portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel.
“El Secretario de Estado pidió su liberación inmediata” y también exigió que fuera liberado Paul Whelan, otro estadounidense recluido en ese país, dijo Patel.
Por su parte, el canciller Lavrov invitó a las autoridades estadounidenses a “respetar las decisiones de las autoridades rusas tomadas de conformidad con la ley y las obligaciones internacionales”. “Bajo la cubierta de su estatuto de periodista, estaba recolectando información clasificada como secreto de Estado”, le dijo el canciller ruso a Blinken.
“Es inaceptable que las autoridades de Washington y los medios de comunicación occidentales creen un revuelo con la intención evidente de dar a este caso un tinte político”, ha apuntado el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
De igual forma, el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, ha destacado que los periodistas extranjeros “trabajan perfectamente” y ha asegurado que “en este caso se está hablando de actividades llevadas a cabo bajo la cobertura del periodismo pero que son, en esencia, actividades de espionaje”.
“El periodista fue descubierto in fraganti y la situación es obvia”, ha manifestado, según ha recogido el diario ruso ‘Izvestia’.
El periodista habría estado recabando informaciones sobre el Grupo Wagner, propiedad del oligarca Yevgeni Prigozhin, cercano al presidente ruso, Vladimir Putin, y que ha enviado mercenarios a Ucrania. El último artículo de Gershkovich publicado por ‘The Wall Street Journal’ data del 28 de marzo bajo el titular ‘La economía de Rusia está comenzando a desmoronarse’.
Tras ello, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre tildó de “inaceptable” que el Gobierno ruso “tenga como objetivo a los ciudadanos estadounidenses”. “Condenamos los continuos ataques y la represión del Gobierno ruso contra los periodistas y la libertad de prensa”, afirmó, al tiempo que aseguró que Washington está en contacto con las autoridades rusas para brindar asistencia consular al periodista.
En las últimas horas el mismo presidente de Estados Unidos le reclamó a las autoridades de Rusia que liberen al periodista, “dejen que se marche”, dijo a su salida de la Casa Blanca tras ser interrogado por los periodistas presentes, mientras que su gobierno confirmó que está en contacto con las autoridades rusas para brindar asistencia consular a Gershkovich.
El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, ha incidido en que Rusia está “obligada” a informar oficialmente a Estados Unidos de la detención del reportero en virtud de la convención consular entre Washington y Moscú.
“Debido a los procedimientos administrativos y los requisitos de seguridad de Rusia, es probable que pasen varios días antes de que esto suceda”, ha reconocido Patel, quien ha incidido en que ofrecer acceso consular a Gershkovich es ahora “la prioridad número uno” de la diplomacia estadounidense.
Gershkovich trabajó previamente para la agencia francesa de noticias AFP y el diario ruso ‘The Moscow Times’. Asimismo, ha publicado en ‘The New York Times’, ‘The Economist’, ‘MIT Technology Review’, ‘Foreign Policy’ y Politico Europe, entre otros medios, según recoge su página web.
Tras conocerse su detención, el diario estadounidense, además de negar las acusaciones vertidas por Moscú, ha mostrado su solidaridad con el informador, que se ha convertido en el primer periodista de un periódico de Estados Unidos en ser arrestado por cargos de espionaje en Rusia desde la Guerra Fría.
Con información de Europa Press y AFP*