El enviado presidencial especial de Estados Unidos para el Clima y exsecretario de Estado del país, John Kerry, llegó este domingo 16 de julio a China en visita de tres días -y la tercera de un alto responsable de la Casa Blanca al país en las últimas semanas- para intentar reactivar las conversaciones con las autoridades del gigante asiático sobre cambio climático.
China y Estados Unidos son los dos principales países contaminantes del mundo. Entre ambos suman casi el 40 % de las emisiones globales, pero ahora mismo su cooperación, como en otros ámbitos, está paralizada por las tensiones geopolíticas.
Medios oficiales chinos como el Global Times acusan a Estados Unidos de hacer un ejercicio de “condescendencia” hacia China y de castigar al país al imponer, por ejemplo, restricciones a sus paneles solares, una cuestión que podría estar sobre la mesa a lo largo de los tres días de visita de Kerry.
“Lo que queremos hacer es encontrar maneras de que China y Estados Unidos avancen juntos y el resto del mundo siga sus pasos”, explicó Kerry antes de su visita durante una comparecencia ante congresistas estadounidenses en la que reconoció pocas expectativas de avances drásticos.
“Si podemos alcanzar algún progreso, creo que podremos poner freno a este estado de ‘competencia nerviosa’ que al final va a acabar provocando a un error por cualquier parte”, afirmó el alto funcionario en declaraciones recogidas por el Financial Times.
Kerry realiza esta visita tras las efectuadas por el secretario de Estado, Antony Blinken, y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, en el último de una serie de esfuerzos diplomáticos para estabilizar las relaciones entre ambos países, deterioradas principalmente por el estatus de Taiwán y el derribo a principios de año de un presunto globo espía chino que vigilaba, según Estados Unidos, suelo estadounidense.
En agosto de 2022, Pekín suspendió las conversaciones con Washington sobre el cambio climático a modo de protesta por la visita a Taiwán de Nancy Pelosi, entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Y tras meses después de este hecho, la relación entre ambas potencias parece no obstante haberse distendido.
Kerry, quien es exsecretario de Estado, tiene una relación más bien cordial e ininterrumpida con China, y ocupa ahora un puesto clave, ya que la administración Biden considera que el clima es uno de los ámbitos en los que ambas potencias pueden cooperar, más allá de su rivalidad en otros campos.
A nivel mundial, el mes de junio fue el más cálido registrado hasta la fecha en el planeta, básicamente a causa del calentamiento de los océanos, una mezcla de cambio climático y del retorno del fenómeno El Niño, según los datos de la agencia europea Copernicus y la Nasa y Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).
La primera semana de julio fue así mismo la más cálida nunca registrada, según datos preliminares de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Así entonces, la ambición de John Kerry es “entablar el diálogo con China sobre la cuestión de la lucha contra la crisis climática”, dijo el Departamento de Estado, el alto funcionario hablará del “reforzamiento de las ambiciones y de la puesta en marcha” de normas sobre el clima, y de la “promoción de una COP28 exitosa”, que tendrá lugar en Dubái a final de año, añadió el Departamento de Estado.
Es de recalcar que China es el mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero, aunque ha prometido alcanzar su máximo de emisiones de CO2 de aquí a 2030, y lograr la neutralidad carbono en 2060. Y, por su parte, el presidente, Xi Jinping, aseguró también que su país reducirá el consumo de carbón a partir de 2026.
*Con información de Europa Press y AFP.