Microvast, una empresa de tecnología que hace baterías para vehículos eléctricos y que tiene sede en Texas, no recibirá una ayuda económica importante por parte del gobierno de Estados Unidos, debido a que tiene vínculos económicos cercanos con China.
La compañía iba a recibir una subvención de 200 millones de dólares por parte de Estados Unidos, pero debido a que el 69 % de los ingresos de Microvast se generaron en China y tan solo el 3 % provino de EE. UU., el millonario beneficio se desvaneció.
Esta sería una de las tantas represalias que estaría tomando el gobierno Biden para contrarrestar la influencia de China en las empresas estadounidenses.
“Como administradores responsables de los dólares de los contribuyentes estadounidenses, el Departamento de Energía mantiene un riguroso proceso de revisión antes de la liberación de los fondos otorgados, y no es raro que las entidades seleccionadas para participar en las negociaciones de adjudicación bajo una oportunidad de financiación competitiva del DOE no reciban finalmente una compensación [...] El Departamento puede confirmar que ha optado por cancelar las negociaciones y no otorgar fondos a Microvast en esta oportunidad de financiación competitiva”, se lee en un comunicado del Departamento de Energía de Estados Unidos.
Republicanos y Demócratas ,unidos contra China
Precisamente hace unos días se conoció el plan bipartidista para combatir la creciente influencia de China en el mundo, el cual debe apoyarse en leyes para limitar las inversiones y la tecnología que recibe el gigante asiático y disuadir cualquier amenaza contra Taiwán.
“El gobierno chino no se contiene en su búsqueda por dominar el siglo XXI y si nosotros en Estados Unidos descansáramos en los laureles, si dejamos que el PCC (Partido Comunista Chino) nos venza, esto tendría serias consecuencias para las naciones democráticas del mundo”, dijo el jefe de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer.
Junto a otros once representantes, Schumer detalló en una conferencia de prensa un plan de cinco puntos para enfrentar la competencia china, luego de que su economía creciera más de 10 veces desde el cambio de siglo.
El demócrata dijo que examinarán las limitaciones a las exportaciones y las sanciones para restringir la capacidad de Pekín para adquirir “e incluso robar” las innovaciones estadounidenses en inteligencia artificial y otros desarrollos tecnológicos.
El Tesoro y el Departamento de Comercio tendrían con esta iniciativa el poder de revisar y de detener el flujo de dinero que va a las empresas chinas de alta tecnología, agregó.
La iniciativa de los congresistas busca también apoyar a los pequeños comerciantes estadounidenses y reforzar el proceso de evaluación de las implicaciones para la seguridad nacional de inversiones extranjeras en Estados Unidos.
En los próximos meses, los legisladores trabajarán con sus homólogos republicanos para redactar los proyectos de ley necesarios para la realización de esos objetivos.
“En resumen, el tiempo no juega a nuestro favor. El régimen de Xi Jinping trabaja todos los días para alcanzar y sobrepasar a Estados Unidos”, aseguró Schumer.
Las relaciones entre Pekín y Washington siguen deteriorándose y los ataques económicos a todo lo que tenga que ver con China en territorio estadounidense están lejos de acabarse.
Con información de AFP