Liam Morrison, un niño de 12 años de Massachusetts, en Estados Unidos, fue sancionado en su colegio, después de haber ido a estudiar con una camiseta que tenía el mensaje “solo hay dos géneros”. De acuerdo con su testimonio, las autoridades de la escuela le habrían dicho que otros estudiantes se sentirían “inseguros” porque él llevara la prenda.
El relato
De acuerdo con el diario estadounidense New York Post, Morrison, quien cursa séptimo grado en la escuela secundaria John T. Nichols Jr. en el pueblo de Middleborough, del estado de Massachusetts, habló del incidente durante una reunión del Comité Escolar, el pasado 13 de abril.
En las redes sociales se compartió el discurso del joven, que se volvió viral, tras haber sido recogido por varias cuentas de derecha en Twitter.
De acuerdo con Morrison se encontraba en clase de gimnasia el pasado 21 de marzo, cuando fue llamado por los directivos. El adolescente aseguró que había sido una “charla incómoda” y los educadores que hablaron con él le aclararon que el mensaje en su camiseta, hacía sentir “inseguras” a otras personas.
“Me dijeron que no estaba en problemas, pero seguro que se sentía como si lo estuviera”, aseguró. “Me dijeron que tendría que quitarme la camisa antes de poder regresar a clase. Cuando les dije amablemente que no quería hacer eso, llamaron a mi padre”.
Según su relato, su padre apoyaba su postura y fue a la escuela para recogerlo.
Morrison explicó en el evento cuáles eran las cinco palabras impresas en su camiseta: “There are only two genders”, es decir, “Solo existen dos géneros”, haciendo una alusión crítica, a que quienes se identifican en géneros distintos al de hombre y mujer.
De acuerdo con el discurso del adolescente compartido en redes sociales, sus palabras no transmitían “nada dañino, nada amenazante. Solo una declaración que creo que es un hecho”.
Quién se sintió aludido
El joven insistió en que sus compañeros no se habían sentido aludidos con la camiseta, como lo argumentaban las directivas, quienes le explicaron que el eslogan de la camiseta estaba “dirigido a una clase protegida”.
“¿Quién es esta clase protegida?”, preguntó. “¿Son sus sentimientos más importantes que mis derechos? No me quejo cuando veo banderas del orgullo y carteles de diversidad colgados por toda la escuela. ¿Sabes por qué? Porque los demás tienen derecho a sus creencias, al igual que yo”.
El estudiante además argumentó además que su camisa no había causado interrupciones ni problemas en el salón de clases: “Nadie se levantó y salió furioso de la clase. Nadie se echó a llorar”, dijo Morrison y añadió. “Estoy seguro de que me habría dado cuenta si lo hubieran hecho”.
El adolescente defendió su derecho por expresarse, a través de este tipo de mensajes: “Sé que tengo derecho a usar una camiseta con esas cinco palabras. Incluso a los 12 años, tengo mis propias opiniones políticas y tengo derecho a expresar esas opiniones. Incluso en la escuela. Este derecho se llama la Primera Enmienda a la Constitución”.
Y dijo que la camiseta no la había usado para “herir sentimientos o causar problemas”, sino para ejercer su derecho a la libertad de expresión.