El Gobierno mexicano informó este miércoles 2 de agosto que las autoridades estadounidenses recuperaron un cuerpo sin vida que se encontraba atrapado en las boyas colocadas recientemente en el río Bravo, en la frontera entre ambos países. Barrera que ha sido punto de discordia por la seguridad de los inmigrantes.
Según reza un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México, el Departamento de Seguridad de Texas ha notificado del hallazgo del cuerpo a las 14.35 horas (hora local), aunque se desconoce por el momento la causa de la muerte y la nacionalidad de la persona.
Las autoridades mexicanas han prometido que realizarán un seguimiento del caso y solicitarán que se realicen investigaciones, al tiempo que han reiterado su postura en contra de la colocación de boyas, considerando que se trata de “una violación” a su soberanía.
“Externamos nuestra preocupación sobre el impacto a los Derechos Humanos y seguridad personal de los migrantes que tendrán estas políticas estatales (en referencia a Texas), que van en sentido opuesto a la estrecha colaboración entre nuestro país y el Gobierno federal de los Estados Unidos”, señala la misiva.
Las autoridades del estado de Texas comenzaron a principios de julio a instalar una cadena de boyas gigantes en el río Bravo para intentar impedir la entrada de migrantes desde territorio mexicano, medida que ha sido demandada por la Administración Biden ante la negativa de retirar las boyas.
La demanda del Gobierno federal alegaba incumplimiento de la Ley de Uso Indebido de Ríos y Puertos al construir una estructura en un río navegable sin permiso del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Tierra.
Sin embargo, el gobernador republicano texano, Greg Abbot, rechazó retirarlas alegando una “invasión” de inmigrantes: “Texas utilizará plenamente su autoridad constitucional (estatal) para afrontar la crisis que habéis causado. Texas le verá en los tribunales, señor presidente”, apuntó Abbot.
Abusos de patrullas migratorias en frontera de México
Agentes de la patrulla fronteriza han cometido presuntos “abusos” contra migrantes en la frontera con México, denuncian este miércoles dos oenegés en un informe, en el que aseguran que los autores casi nunca rinden cuentas.
La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) y la Iniciativa Kino para la Frontera (KBI) han documentado “conductas abusivas” y aseguran que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) “tiene un problema persistente de abusos a los derechos humanos”.
El informe “revela pautas de comportamiento preocupantes de las que rara vez se rinden cuentas” que van “desde el uso indebido de la fuerza hasta la puesta en peligro de personas vulnerables, pasando por la elaboración de perfiles raciales, la confiscación de objetos de valor y documentos o la insubordinación politizada”.
Basándose en denuncias puestas por las víctimas o por organizaciones no estatales, KBI ha contabilizado 78 quejas formales entre 2020 y 2022 en Arizona (sur). El 95 % de ellas “no acabaron en ningún tipo de medida de rendición de cuentas”, es decir, que no hubo una investigación adecuada, ni se tomaron acciones disciplinarias y “solo el 5 %” resultó en recomendaciones o medidas para el agente.
Y es que el aparato disciplinario del Departamento de Seguridad Interior estadounidense (DHS) y la CBP “rara vez emite castigos significativos por comportamiento abusivo”, afirma el informe de más de 80 páginas.
WOLA y KBI “tienen conocimiento de 13 casos de muertes en las que hay razones para creer” que los agentes “pueden haber usado fuerza letal en circunstancias en las que no está claro si enfrentaban una amenaza inminente” o bien “no pudieron evitar la muerte de un individuo bajo custodia”.
Pero la mayoría de las quejas son por “sufrimiento”, “daños corporales” y “maltrato”. Con frecuencia se trata de actos “cotidianos” de crueldad “que apuntan a una toxicidad generalizada”. Por ejemplo, en abril de 2021, varios agentes llamaron “terroristas”, “ratas” y “criminales” a una familia salvadoreña, incluida una madre con dos niños pequeños, y les dijeron que no hablaban español cuando quisieron pedir asilo, menciona el texto.
Muchos de los supuestos abusos suceden cuando los migrantes se hallan bajo custodia tras entregarse a las autoridades o ser interceptados.
*Con información de Europa Press y AFP.