El secretario de Estado, Antony Blinken, y otros funcionarios estadounidenses visitarán México el miércoles, para tratar asuntos de seguridad comunes, entre los que destacan el tráfico del opioide sintético fentanilo, pero también el tráfico de armas y el aumento de la migración.
La ronda más reciente del Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad reúne a Blinken, al secretario de Justicia de Estados Unidos, Merrick Garland, y al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, entre otros, con sus contrapartes mexicanas para dos días de reuniones.
Se tiene previsto que los funcionarios discutan el aumento en las llegadas de migrantes, mientras el gobierno del presidente Joe Biden se ve cada vez más presionado por los republicanos y alcaldes del propio partido del presidente, para que haga más por frenar las llegadas de migrantes.
Blinken tiene previsto discutir la migración con la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, así como con los ministros de exteriores de Colombia y Panamá.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, también visitará la Ciudad de México el miércoles, como parte de una gira por América Latina dirigida a aprender más sobre la travesía que realizan los solicitantes de asilo con dirección a Estados Unidos.
En agosto, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos realizó 181.509 arrestos en la frontera con México, un aumento del 37 % respecto a julio, pero sin mucha diferencia respecto a agosto de 2022 y muy por debajo de las más de 220.000 detenciones de diciembre, de acuerdo con cifras publicadas en septiembre.
En tanto, el martes por la noche cientos de migrantes llegaron a Ciudad Juárez, en el norte de México y que es limítrofe con El Paso, Texas, a bordo de un tren de carga. Se bajaron del tren e inmediatamente se dirigieron a la frontera, donde se detuvieron ante los espirales de alambre de púas.
Las relaciones entre los dos países alrededor de estos álgidos temas se ha tornado complicada en tiempos del presidente Ángel Manuel López Obrador, de México, quien el viernes pasado desestimó la decisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos de frenar fondos por 60 millones de dólares para proyectos para el combate al tráfico de fentanilo.
“Esa es una propaganda vil y corriente. No hay que tomarlos en serio. Es pura publicidad para tratar de engañar a los ciudadanos de Estados Unidos”, dijo López Obrador al rechazar la decisión de la cámara baja, que fue avalada por congresistas republicanos que alegaron la “falta de voluntad” del gobierno mexicano para enfrentar el tráfico de fentanilo.
El gobernante mexicano aprovechó para criticar la ayuda que Estados Unidos ha entregado a Ucrania por el conflicto bélico que mantiene con Rusia y planteó que deberían destinar fondos a los países con problemas económicos, sociales y políticos y atender así la crisis migratoria.
“Es más lo que autorizan para la guerra en Ucrania que lo que destinan para apoyar la pobreza de países de América Latina y el Caribe”, indicó López Obrador, y aprovechó para reiterar sus críticas a la política de sanciones comerciales que aplica Washington sobre países de la región.
Desde Washington, la canciller mexicana Alicia Bárcena, afirmó el viernes que el gobierno de López Obrador tiene un “gran compromiso” para apoyar el combate al tráfico de drogas sintéticas, en particular el fentanilo.
Al referirse a las acciones que se están siguiendo desde México para atender la crisis migratoria, Bárcena dijo a la prensa que las autoridades mexicanas están realizando “retornos asistidos” hacia Guatemala, Honduras, El Salvador y que se está “explorando” también con Ecuador, Venezuela y Colombia.
“Estamos realizando seis vuelos semanales en el caso de Guatemala, Honduras y El Salvador”, agregó.
La enmienda aprobada el jueves por la Cámara de Representantes fue anexada a la Ley de Gastos del Departamento de Estado de Estados Unidos para 2024, pero deberá ser evaluada por el Senado, de mayoría demócrata, por lo que se espera que no prospere.
El tráfico de fentanilo se ha convertido en un tema prioritario en las relaciones entre Estados Unidos y México. López Obrador ha rechazado las afirmaciones de las autoridades estadounidenses que aseguran que en México se produce fentanilo y ha insistido en que el país es un punto de tránsito de los precursores provenientes de China con destino a Estados Unidos.
El mandatario mexicano ha culpado al deterioro de los valores familiares en Estados Unidos por los altos niveles de consumo de drogas en ese país.
Se estima que 109.680 estadounidenses murieron el año pasado por sobredosis, de acuerdo con cifras de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. Unas 75.000 de esas muertes estuvieron relacionadas con el fentanilo y otros opioides sintéticos.
El fentanilo está siendo mezclado cada vez más con otras drogas, sin que los compradores lo sepan.
Las incautaciones de fentanilo en México suelen realizarse cuando la droga ya se encuentra en forma de píldoras y se envía a la frontera de Estados Unidos.
Con información de AP.