La cumbre de mandatarios latinoamericanos en Brasilia dejó múltiples reacciones, sin embargo, la prevalente fue la posición que ocupó Nicolás Maduro en medio de los honores presentados por el presidente brasileño, Lula da Silva. Pues bien, desde que la democracia dejó de ser un factor garantizado para los venezolanos, los líderes de la región impulsaron acciones para presionar al régimen, sin embargo, el brasileño trató de dar un vuelco a las relaciones diplomáticas de la región.
Tras las críticas de los mismos mandatarios de la región, Estados Unidos también se refirió a la vinculación de Maduro en medio de la Cumbre de Brasilia. En medio de una rueda de prensa, el portavoz de la Casa Blanca para los asuntos de Latinoamérica, Juan González, recalcó que no estaba de acuerdo con lo ocurrido en la capital brasileña, puesto que se ha luchado por muchos años para apoyar al pueblo venezolano.
“Podemos tener un debate sobre las políticas de sanciones, sobre cómo promover el diálogo, pero tenemos que identificar las cosas como son”, afirmó González en su discurso, indicando que era necesario llamar la situación en Venezuela por lo que era, señalado al régimen que ha continuado Nicolás Maduro en Caracas, que ha constituido una lucha interna y un éxodo masivo de los ciudadanos.
“A todo el hemisferio que hay ciertos principios por los cuales muchos en la región han muerto por defender (...) Y no podemos ver esos temas como relativos (...), son absolutos”, agregó González, recalcando las afectaciones que se han sufrido en Venezuela desde hace más de una década, y que ha unido a múltiples actores internacionales para intentar implantar una democracia nuevamente, que además influya en la economía del país latinoamericano.
González hizo referencia a las palabras del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, cuando afirmó durante una reunión con el presidente Maduro que Venezuela es “víctima de una narrativa de antidemocracia y autoritarismo” y denunció que las sanciones impuestas contra el país “son peores que una guerra”.
Chile y Uruguay también criticaron la versión
Las polémicas palabras del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sobre Venezuela causaron malestar a varios presidentes que asistieron este martes a la cumbre latinoamericana en Brasilia, entre ellos el chileno Gabriel Boric y el uruguayo Luis Lacalle Pou.
En respuesta, el presidente de Chile, Gabriel Boric, aseguró que, aunque dan la bienvenida a Venezuela a los espacios multilaterales latinoamericanos, ello no implica “meter debajo de la alfombra” o “hacer la vista gorda” a lo que ocurre en el país, recogió el medio local T13.
“No es una construcción narrativa, es una realidad, es seria, y he tenido la oportunidad de verla en los ojos y el dolor de cientos de miles de venezolanos que hoy día están en nuestra patria y que exigen también una posición firme y clara respecto a que los Derechos Humanos deben ser respetados siempre en todo lugar”, señaló el mandatario.
Así mismo, Boric hizo un llamado a Estados Unidos, así como a la Unión Europea, para que levanten las sanciones contra Caracas que “no debilitan a los gobernantes” sino que directamente “dañan a los pueblos”, recogió Bio Bio Chile.
Por su parte, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, señaló que la declaración de la cumbre habla sobre la democracia, sobre los Derechos Humanos y sobre proteger las instituciones democráticas en la región latinoamericana.
“Si hay tantos grupos en el mundo que están tratando de mediar para que la democracia sea plena en Venezuela, para que se respeten los Derechos Humanos (y) no haya presos políticos, lo peor que podemos hacer es tapar el sol con un dedo”, apuntó, según recogió el diario El País.
En este sentido, aprovechó para recordar que Uruguay no tenía embajador en Venezuela hasta hace poco. “Nuestra afinidad es con el pueblo venezolano y no nos corresponde elegir el Gobierno, pero sí tenemos la posibilidad de opinar”,recalcó el mandatario.
*Con información de Europa Press.