El descuido de un trabajador encargado de la limpieza en un laboratorio, llevó al traste con una investigación científica que se venía adelantando desde hace 25 años.
Según se detalló, el empleado cansado de un pitido “molesto” decidió apagar un refrigerador en el que se encontraba una importante investigación considerada como potencialmente “innovadora”.
El hecho sucedió en el Instituto Politécnico Rensselaer (RPI), en Nueva York (Estados Unidos), y debido a este grave descuido, la empresa a la que pertenecía Joseph Herrington, Daigle Cleaning Systems, fue demandada por un millón de dólares.
De acuerdo con la información, la compañía tenía un contrato de 1,4 millones de dólares para adelantar las labores de limpieza en ese centro de educación superior, localizado en Troy, Nueva York.
El contrato debía cumplirse entre agosto y noviembre de 2020. En el intervalo del cumplimiento del mismo, sucedió este hecho que tiene a la empresa y al instituto en el pleito judicial que, por el momento, no ha sido fallado.
Según la demanda, el 14 de septiembre de 2020, se activó la alarma de un congelador que contenía “numerosos cultivos celulares y muestras” cuando la temperatura fluctuó con respecto a la temperatura prescrita de -80 °C.
Eso generó la alerta, ya que una fluctuación de temperatura de 3 ° C podría causar daños “catastróficos”, según quedó consignado en los documentos que sustentan la acción judicial radicada ante el secretario del condado de Rensselaer.
Eso llevó a que se llamara de urgencia al fabricante del congelador, pero debido a que en ese momento, se estaba en medio de la pandemia del coronavirus, ninguno de sus operarios pudo asistir de inmediato a repararlo.
Este procedimiento solo pudo cumplirse el 21 de septiembre de ese año. Entre tanto, se determinó poner un letrero en la puerta del aparato con un mensaje de advertencia.
“Este congelador está sonando porque está en reparación. No lo mueva ni lo desconecte. No se requiere limpieza en esta área. Puede presionar el botón de silencio de alarma/prueba durante 5 a 10 segundos si desea silenciar el sonido”, según se podía leer.
Sin embargo, el 17 de septiembre, Herrington estaba limpiando el laboratorio cuando apagó el interruptor automático que proporcionaba electricidad al congelador, debido a que le molestaba el sonido del pitido constante.
Según la demanda, esa acción hizo que la temperatura interna subiera unos 50 °C, situación que fue detectada por los estudiantes cuando regresaron al laboratorio y que alertaron de la situación a los profesores.
El no haber acatado la advertencia, hizo que la mayoría de los especímenes se vieran “comprometidos, destruidos y vueltos insalvables, demoliendo más de 20 años de investigación”, según la demanda.
Luego del incidente, el trabajador de limpieza, admitió ante los directivos del Instituto Politécnico Rensselaer que escuchó “alarmas molestas”, por lo que pensó que se habían apagado los interruptores de circuito importantes, por lo que decidió desconectar el aparato.
“Al final de la entrevista, todavía no creía que hubiera hecho nada malo, solo estaba tratando de ayudar”, según se detalla en el documento entregado a la justicia.
El abogado, Michael Ginsberg, quien hace parte del bufete Pattison, Sampson, Ginsberg and Griffin, que representa a la institución educativa, señaló al periódico local Times Union que “el comportamiento y la negligencia de la gente provocó todo esto. Desafortunadamente, acabaron con 25 años de investigación”.
En total son seis causas de acción presentadas ante el tribunal, incluida una que alega que el acusado fue “negligente, descuidado e imprudente al contratar a Joe Herrington, quien carecía de la capacidad para desempeñar sus funciones”.
Según la demanda, la empresa no lo capacitó adecuadamente, por lo que la acción judicial se entabló contra esa compañía y la cual asciende a un millón de dólares en daños y perjuicios, más honorarios legales.
El medio indicó que intentó contactar a algún directivo o responsable de la empresa Daigle Cleaning Services para hacer comentarios, pero no han respondido.