La justicia de Nueva York abrió una investigación en 2018 alrededor de un supuesto pago de 130.000 dólares a la exactriz de contenido para adultos, Stormy Daniels, antes de las elecciones presidenciales de 2016, para ocultar una supuesta relación extramatrimonial con Trump. El monto no había sido declarado en las cuentas de la campaña del republicano, con lo que se habrían incumplido las leyes electorales estatales, y quedó registrado como “honorarios legales”.
En enero de este año, el fiscal demócrata de Manhattan, Alvin Bragg, puso el caso en manos de un gran jurado. En Estados Unidos, este lo componen ciudadanos elegidos por sorteo que tienen la responsabilidad de investigar bajo reserva con el fin de establecer si hay o no pruebas suficientes para imputar cargos contra un sospechoso.
Tras escuchar a varios testigos, a mediados de marzo, el gran jurado invitó a declarar a Trump, un indicio de que las indagaciones seguían avanzando. El expresidente respondió con negativa e instó a sus partidarios a protestar contra un potencial “arresto”.
Este jueves 30 de marzo, el gran jurado se reunió con la presencia de tres fiscales encargados del caso, según The New York Times. Después de tres horas de deliberación a puerta cerrada, este se mostró a favor de una acusación, pese a que por el momento los cargos no han trascendido.
¿Qué se espera ahora?
Este jueves en la noche, los fiscales contactaron a los abogados de Trump para fijar la fecha en la que comparecerá ante el tribunal de Nueva York, lugar donde será notificado formalmente de la acusación. Si se negara a comparecer, podría ser arrestado y entonces habría que “extraditarlo” desde Florida, donde reside, hacia la Gran Manzana, ya que cada estado cuenta con su propio sistema judicial.
Sobre ese escenario, el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, dijo que no cooperaría demasiado, pese a que la Constitución le prohíbe oponerse al traslado. Sin embargo, según medios estadounidenses, Donald Trump debería acceder a presentarse ante la justicia, probablemente a comienzos de la semana entrante.
“Será fotografiado, se reseñarán sus huellas dactilares y se presentará a Trump ante un juez que le preguntará cómo pretende declararse: es seguro que dirá ‘no culpable’”, explica Carl Tobias, profesor de derecho en la Universidad de Richmond, Virginia.
¿Cuál es el siguiente paso?
Se prevé que el equipo defensor del expresidente libre una batalla legal para tratar de desestimar la acusación, quizás señalando que la investigación fue incriminatoria o argumentando un ‘defecto de forma’. Si eso no ocurre, el proceso se sitúa en estos escenarios:
En principio, que se retiren los cargos, algo relativamente usual y que podría suceder con la llegada de un nuevo fiscal. Sin embargo, es poco probable que pase en el caso de Trump por el impacto. La segunda opción es un acuerdo con los fiscales y el aceptar declararse culpable para no ir a juicio y obtener una sentencia más ‘leve’. Esto es aún menos probable dado que Trump ha reiterado que es inocente.
Otra posibilidad es el juicio. No obstante, antes de ello se debe cumplir con varios procedimientos y darse varias audiencias previas. En este punto también es probable que los abogados del republicano empleen todas las estrategias para retrasar los términos.
¿Está en riesgo la candidatura?
No. En Estados Unidos, una persona acusada o incluso condenada penalmente puede postularse para cualquier cargo y ser elegida. Para desempeñarse como funcionario, la Constitución solo fija una excepción: haber estado involucrado en una “insurrección” o en una “rebelión” contra la nación.
Trump, quien lanzó en noviembre su candidatura presidencial para 2024, también es blanco de una investigación, a cargo de la justicia federal, por su presunto vínculo con el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, pero en esta fase no se le ha imputado ningún cargo.
*Con información de AFP.