Autoridades de Estados Unidos han confirmado la existencia de un operativo en marcha para dar con el paradero de un grupo de delincuentes que el pasado fin de semana escaparon de una penitenciaría en el estado de Misisipi, y que estaría compuesto por al menos cuatro hombres.
Según detallan medios de ese país, la fuga en cuestión habría tenido lugar el pasado fin de semana, poniendo en tela de juicio la seguridad de esta, pues el lugar por donde lograron huir sería un espacio entre el techo y la pared de la celda en que se encontraban recluidos.
Sobre el grupo de prófugos, también se ha detallado que estaría conformado por al menos cuatro personas, entre las que se cuenta un hombre que tras haber huido de la cárcel, ya ha cometido varios delitos, uno de ellos el asesinato de un religioso en el referido estado.
En ese mismo sentido, las autoridades apuntaron que las personas que escaparon fueron identificadas como Casey Grayson, Corey Harrison, Jerry Raynes y Dylan Arrington, este último señalado del homicidio del religioso.
Mientras que la Policía adelanta el operativo encaminado en conseguir su recaptura, según detallan medios locales como NBC, también se han desarrollado algunos cruces de disparos, pues este miércoles, tres días después de haber huido de la prisión, los hombres tuvieron un encontrón con algunos efectivos, que habría derivado en afectaciones o heridas para uno de los agentes policiales, sin que de momento se conozcan mayores detalles de la confrontación.
Sobre la persona asesinada, un pastor religioso identificado como Anthony Watts, el hecho que segó su vida habría ocurrido el pasado lunes, cuando el individuo de 61 años se acercó al escenario de un accidente de tránsito ocurrido en la localidad de Jackson para auxiliar a una de las víctimas, con la mala suerte de que esta era uno de los fugitivos, quien, tras haber chocado en una moto se encontraba mal herido.
Sin embargo, el desagradecido delincuente terminó disparando en contra de la persona que le tendía la mano, con el objeto de robar su camioneta y emplearla para la huida. Mientras el delincuente escapaba del lugar, el pastor Watts falleció en el lugar de los hechos.
Si bien no se ha comprobado del todo que el asesino de Watts sea Arrington, el jefe de la Policía local afirmó que la información recaudada sobre este caso de asesinato concuerda con la descripción que se tiene de uno de los prófugos, precisamente Dylan Arringto, un joven de 22 años.
Ahora, en medio de la persecución para dar con el paradero de los prófugos, se ha incluido como señal el uso de la camioneta del religioso, un vehículo tipo pick up color rojo con calcomanías de un equipo de futbol americano local, y que fue vista por última vez en inmediaciones de la I-55 en Terry, Misisipi, según el reporte de las autoridades.
Si bien el operativo para su captura se encuentra actualmente en desarrollo, las autoridades han elevado un llamado a la ciudadanía para que tomen las debidas precauciones, en tanto se presume que el delincuente se moviliza fuertemente armado, y la evidencia de sus actos refiere que es una persona ‘peligrosa’.
Dentro de las recomendaciones de las autoridades a los habitantes, el sector de influencia en que se presume puedan estar movilizándose los delincuentes, se recomendó mantener las puertas de las residencias debidamente cerradas, llamando también a un debido cuidado con sus vehículos, y con eventuales armas que puedan ser encontradas y empleadas por los delincuentes.
Este miércoles, agencias especiales de las autoridades de Misisipi, han desplegado sus esfuerzos de búsqueda, advirtiendo que de ser capturados, a los fugitivos ahora también les pesarán en su contra nuevos cargos.
Sobre la dinámica de huida, las autoridades señalaron que dentro de la investigación también se calcula que los delincuentes pudieron haber emprendido destinos diferentes tras la huida, y que la noche de la fuga permanecieron en el techo de la prisión.
Demás del robo del carro del religioso Watts, también se presume que otro de los delincuentes en huida robó un carro adscrito a una empresa de Obras Públicas del condado de Hinds, el cual fue posteriormente recuperado en inmediaciones de un suburbio de Houston.
En su llamado a la solidaridad de la comunidad para dar con la captura de los delincuentes, las autoridades señalaron que “ninguna información en este momento es demasiado pequeña para proporcionar a las fuerzas del orden”.
En ese mismo sentido, sobre el Centro de Detención Raymond, lugar de donde se escaparon los delincuentes, pesa una serie de señalamientos, en los que se advierte que el penal cuenta con un déficit de supervisión, en tanto el personal destinado no es suficiente para los retos y necesidades del centro de reclusión, lo que no les permite ejercer el debido control ni prevenir algunas acciones adversas.
Un reciente fallo judicial en contra de la prisión determinó que esa cárcel cuenta con puertas que no cierran debidamente, y que la falta de iluminación deriva en una situación que hace que la vida sea “miserable para los detenidos que viven allí e impide que los guardias los vigilen adecuadamente”.
Sobre la operación de los guardias, también se denunció que algunos no cumplen con su deber, apuntando que incluso algunos de ellos se duermen durante su turno.