El aborto es uno de los temas de discusión que ha permanecido desde el siglo XX y XXI, en donde la política, la religión, los movimientos feministas y la sociedad en general deliberan y debaten sobre la legalidad, prohibición o regulación de esta acción, a pesar de que se presente continuamente en la clandestinidad.
Varias naciones alrededor del mundo han reglamentado la interrupción voluntaria del embarazo por cualquier motivo, otras lo han regulado solo para unos casos en específico, mientras otros territorios lo tienen prohibido.
De acuerdo al Instituto Guttmacher, una organización privada sin ánimo de lucro con sede en Estados Unidos, aproximadamente se dieron 121 millones de embarazos no deseados cada año, entre 2015 y 2019, de los cuales el 61 % terminó en aborto, unos 73 millones de casos, aproximadamente, anuales.
Los informes de esta organización concluyen que, a pesar de que los embarazos no deseados se den en todas las naciones del mundo, los países con ingresos bajos y medios presentan la mayoría de estos casos, lo que es directamente proporcional a la cantidad de abortos que se producen cada año por país.
Las restricciones en la actualidad
Estados Unidos es una de las naciones en donde la legalidad del aborto depende de las leyes de cada uno de los Estados, por ello algunos territorios, de mayoría conservadora, los han restringido o prohibido.
Algunos Estados que mantienen esta práctica con algún nivel de restricción son Alabama, Florida, Georgia, Ohio y Texas, mientras que otros como Alaska, California, Illinois, Nueva York y Pensilvania, lo permiten.
El mayor punto de inflexión que se dio en cuanto al tema del aborto en esta nación, ocurrió el 24 de junio de 2022, día en que la Corte Suprema de los Estados Unidos revocó la protección constitucional del derecho al aborto dada por una sentencia en 1973 conocida como Roe vs. Wade.
No obstante, existen Estados, como Indiana, en donde por medio de una decisión judicial, el aborto puede estar a punto de convertirse en una práctica prohibida.
El aborto en Indiana: a un paso de prohibirse
La legislación que se dio a conocer el 30 de junio, prohíbe el aborto en este Estado, salvo en los casos de violación, incesto y para proteger la vida de la madre, y se implementará a partir del 1° de agosto.
Los demandantes de esta nueva norma, en los que estaba Planned Parenthood, presentaron la impugnación diciendo que esta legislación criminaliza el trabajo que compañías de servicios de aborto realizan cada día, además de decir que esta ley no va en concordancia con la Constitución del Estado de Indiana.
Por otro lado, el juez Derek R. Molter expresó que el Estado goza de amplia autoridad y responsabilidad para proteger la salud y la seguridad del público, la cual se extiende hasta la vida prenatal.
El juez, quien hace parte de la Corte Suprema de Indiana, aseveró que los funcionarios ‘‘reconocen que muchas mujeres ven la capacidad de obtener un aborto como un ejercicio de su autonomía corporal”, agregando que, “no se deduce que esté protegido constitucionalmente en todas las circunstancias”.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) no fue ajena al debate al precisar que la decisión “privará a más de 1,5 millones de personas en Indiana, en particular a personas negras, latinas e indígenas, personas con bajos ingresos y personas LGBTQ+, que ya enfrentan desafíos cuando buscan atención médica, de cuidados esenciales que salvan vidas”.
La nueva ley antiaborto en Indiana también contempla que los abortos permitidos se limitan a 10 semanas de fertilización, además de que también estarán permitidos si se comprueba que el feto presenta alguna anomalía letal.