Un terrible hecho que lamentar ha sucedido en la ciudad de Puyallup, una ciudad de apenas 43 mil personas, ubicada en el estado de Washington, en Estados Unidos. Un pequeño de un año falleció dentro de un carro en el cual estuvo encerrado por más de ocho horas, ha comunicado la Policía local.
El auto, perteneciente a la madre adoptiva del menor, se encontraba al frente de la oficina donde la adulta a cargo iba a comenzar su jornada laboral, no obstante, olvidó al bebé en el auto y cumplió su turno en la empresa. Al abrir el vehículo, vio la terrible escena del menor, que no respondía a ningún estímulo.
Rápidamente, el bebé fue llevado a un centro asistencial, donde infortunadamente no pudo ser reanimado por los médicos, por lo que se declaró su muerte llegada la noche.
Los encargados de investigar el hecho, junto con los especialistas médicos, han deducido que la causa de muerte estaría asociada al calor que acumuló el carro en su interior, lo que provocó que el menor no pudiera soportar la temperatura.
Con la paulatina llegada del verano a la nación norteamericana, la ciudad de Puyallup registraba una temperatura de entre 21° y 23° Celsius el día del trágico hecho, que fue el 24 de mayo. Con estimaciones computarizadas, se pudo establecer que dentro del auto de la madre adoptiva donde murió el menor, registró cerca de 43° Celsius, prácticamente el doble de la temperatura al aire libre.
De acuerdo a los informes policiales, con los cuales la comunidad está atenta para la sentencia hacia los responsables, se ha expuesto que la muerte del menor continúa en investigaciones y que, por ahora, no se han presentado cargos. La familia del menor trabaja arduamente con las autoridades para resolver judicialmente este terrible accidente lo más pronto posible.
Estados Unidos desde febrero de este año ha presentado una oleada de calor, con temperaturas récord para ese mes, sobre todo en la costa este y en la parte central de su territorio, desde el Golfo de México hasta la región de los Grandes Lagos, limítrofe con Canadá.
Los científicos están alarmados por las altas temperaturas registradas a la mitad de la estación del invierno en buena parte del territorio estadounidense, ya que los picos de calor registrados son normales en los meses de verano (junio, julio y agosto), pero no en meses como febrero, donde aún la nieve hace parte del paisaje en esta nación.
Con la muerte del bebé de un año al oeste del país, las autoridades han llamado a los padres de familia, demás familiares, tutores legales y a la comunidad en general, para que se apersonen de sus hijos, de los más pequeños, y también de los más grandes, ya que al encontrarse en una situación de vulnerabilidad no pueden defenderse por sí solos ni pedir ayuda en un momento de crisis.
Con este infortunado caso, la comunidad de Puyallup estará más atenta a situaciones similares para que se eviten estos hechos tan lamentables que enlutan a este sector del estado de Washington.
El llamado es a que la sociedad evite caer en el ‘síndrome del bebé olvidado’, que fue lo que sucedió aquel 24 de mayo, el cual es un hecho común, para mal, en todas las sociedades del planeta.
La causa de muerte más común de este síndrome es el golpe de calor que reciben los recién nacidos, bebés y niños de hasta cinco años, principalmente, en donde, luego de permanecer encerrados en un auto a temperaturas mayores a 41° Celsius, los órganos internos comienzan a cerrarse y las células se dañan progresivamente.