La lucha entre republicanos y demócratas en Estados Unidos cada vez se torna más oscura y sobre todo con las elecciones presidenciales cerca.
Una nueva batalla política se abrió por cuenta de dos congresistas republicanos quienes le exigieron al FBI la entrega de un documento que, afirman, evidencia la existencia de “una presunta trama criminal” que involucra al presidente estadounidense, Joe Biden, y un extranjero.
El documento, que data de 2020, proviene de un informante que denuncia “un intercambio de dinero por decisiones políticas” efectuado entre el entonces vicepresidente Biden y un extranjero, según describieron el senador Chuck Grassley y el influyente presidente de una comisión de investigación parlamentaria, James Comer, en una carta a la policía federal.
Los dos legisladores, que han sido criticados por ordenar costosas investigaciones que apuntan sin fundamento a altos responsables demócratas, dan una semana al FBI para transmitirles la información.
“Se ha alegado que el documento incluye una descripción precisa de cómo se empleó la presunta trama criminal, así como su propósito”, escribieron al director del FBI, Christopher Wray, y a su jefe, el fiscal general Merrick Garland.
“El pueblo estadounidense necesita saber si el presidente Biden vendió a Estados Unidos de América para hacer dinero para sí mismo”, agregó Comer en un comunicado, sin especificar los actos reprochados al mandatario demócrata.
La Casa Blanca calificó la investigación como un nuevo ejemplo de los intentos de los republicanos por atacar al presidente con fines políticos.
Los republicanos, mayoritarios en la Cámara de Representantes, han anunciado desde hace tiempo su interés en investigar a sus rivales luego de años de pesquisas penales y civiles contra el expresidente Donald Trump.
Las otras investigaciones que recaen sobre Biden
Un fiscal especial será el encargado de investigar sobre los documentos clasificados encontrados en la casa de Wilmington y en la antigua oficina privada del presidente Joe Biden.
Así lo anunció el secretario de Justicia de Estados Unidos, Merrick Garland, quien aseguró que “firmó un documento que designa a Robert Hur como fiscal especial” que “lo autoriza a investigar a cualquier persona o entidad que haya violado la ley” en este caso.
Esta decisión es “de interés público” y era necesaria debido a las “circunstancias extraordinarias”, añadió.
“Este nombramiento busca destacar, ante el público, el compromiso del departamento con la independencia y la rendición de cuentas en los asuntos particularmente delicados. La toma de decisiones indiscutiblemente son guiadas solo por los hechos y por la ley”, indicó.
Tras su designación, Hur emitió una declaración en la que dijo que adelantará una investigación rápida y exhaustiva que permita hacer claridad sobre este caso.
“Conduciré la investigación asignada con un juicio justo, imparcial y desapasionado. Tengo la intención de seguir los hechos de manera rápida y exhaustiva, sin temor ni favoritismo, y honraré la confianza depositada en mí para realizar este servicio”, indicó.
Hur forma parte de un despacho de abogados de Washington. Licenciado por la Universidad de Stanford y Harvard, fue fiscal federal en Maryland de 2018 a 2021, un cargo que fue designado por Donald Trump.
De 2007 a 2014, mientras fue fiscal federal adjunto en el distrito de Maryland, trabajó en casos relacionados con la violencia de las pandillas, delitos con armas de fuego, narcotráfico y fraude en instituciones financieras y corrupción, según el Departamento de Justicia.
Recientemente, trabajó como abogado en Gibson Dunn, una gran firma de defensa corporativa. Al principio de su carrera, Hur trabajó en el Departamento de Justicia con el director del FBI, Christopher Wray.
*Con información de AFP.