Desde que Joe Biden asumió la presidencia en 2021 se supo que su periodo sería marcado por la vida y milagros de su problemático hijo Hunter.

Ahora, eso está siendo más patente que nunca, con el “primer hijo”, como les gusta llamarle a los periodistas gringos, imputado por el cargo federal de posesión ilegal de armas y otras acusaciones respirándole en la nuca.

Todo ello está pasándole factura emocional al mandatario, quien le profesa un cariño desmesurado a su hijo, uno de los dos sobrevivientes de los tres que tuvo con su primera esposa Neilia Hunter.

De acuerdo con NBC News, a Biden lo asalta por estos días una preocupación y es morir antes de que los problemas con la justicia de su hijo se resuelvan.

Hunter Biden fue imputado por posesión ilegal de armas y se cree que su situación jurídica empeorará en los próximos meses. | Foto: Reuters / Jonathan Ernst

La debilidad del presidente

Así se lo reveló al noticiero una fuente cercana a la familia, la cual además afirmó que tanto el mandatario de 80 años, como su esposa Jill, quien crio a Hunter como su propio hijo, están resignados a que la situación de él empeore de aquí en adelante.

A raíz del salto de Hunter a las noticias en los últimos meses, la prensa local ha venido detallando cómo es la relación entre padre e hijo y el descubrimiento es que el jefe del Estado siente una devoción casi que fanática por su único hijo varón.

El presidente y la primera dama, Jill Biden, son muy protectores de Hunter, afirma un allegado a la familia. | Foto: Restringido

Cuando sale a la palestra el tema de Biden, sus asesores tienen que tener mucho cuidado de no tocar la sensibilidad del presidente, quien no tolera ningún consejo que apunte a que se distancie de su hijo en aras de proteger su cargo y la reelección el año próximo.

“Todo el mundo camina como sobre cáscaras de huevos en el ala oeste de la Casa Blanca”, le señaló otra fuente a NBC News, describiéndole el ambiente que se respira en el palacio presidencial.

El hijo de Biden estaba envuelto en líos desde antes que su padre llegara al poder.

Es seriamente cuestionado por sus labores como contratista en países como Ucrania y ahora los republicanos han armado un expediente cuyo objetivo es demostrar que Biden participó en un esquema de corrupción y tráfico de influencias junto con su hijo.

De hecho, hace poco se anunció que los opositores del mandatario quieren llevarlo al impeachment, o juicio político.

El abogado ha estado en la mira de la justicia bajo sospechas de evasión de impuestos y violación potencial de las leyes federales sobre el lobby.

El cargo por el cual fue imputado recientemente, se refiere a la compra que hizo de un revólver Colt Cobra sin mencionar que en ese momento era adicto al crack, lo cual lo hubiera sido un impedimento para adquirir el arma. De ser encontrado culpable podría ser sentenciado a 25 años de cárcel.

Otro frente es el de sus asuntos financieros por los cuales podría ser juzgado no en uno sino en dos distritos judiciales: Washington D.C. y Los Ángeles.

“El informante del NBC afirmó que “cada día el presidente se levanta y piensa en su hijo muerto (Beau) y es muy probable que llore todos días y los problemas legales de Hunter son una gran carga emocional”.

Son muchos los que atacan a Hunter y su reputación, pero esta semana sus abogados decidieron responder a la saña con una demanda que le acaba de poner a dos informantes o “soplones” del IRS o Servicio Interno de Impuestos, quienes afirmaron que la administración Biden encubrió las andanzas de su hijo cuando era investigado por la justicia.