Una historia traída del pasado se ha viralizado a través de las redes sociales, en medio de un ‘boom’ referido a una serie de usuarios que dicen ser viajeros del tiempo. En algunos casos, los supuestos procedentes del futuro han entregado una serie de predicciones. Pocas han resultado acertadas.
Precisamente, en el marco de esa tendencia, TikTok, una de las plataformas más populares de video y divertimento en el mundo, se ha convertido en el escenario a través del cual se ha conocido una historia o ‘leyenda’ que data de principios del siglo XX en Estados Unidos. Esta tiene como protagonista a un menor de edad identificado como Thomas Johnson, quien, según la historia, desapareció siendo muy niño de la granja de sus padres y reapareció en el mismo lugar transcurridos cerca de 60 años, más precisamente 58 años.
De acuerdo con la ‘leyenda de Thomas Johnson’, el menor desapareció en 1912, cuando tenía apenas 10 años y habitaba en los terrenos que actualmente hacen parte de la ciudad de Nueva York.
En aquel sitio, el joven frecuentaba un lago de formación artificial, y como todo niño, impulsado por las ‘prohibiciones de sus padres’, decidió desobedecerles. Pese a que ellos le habían advertido que en el lugar ocurrían cosas atípicas o extrañas, él optó por acercarse.
Precisamente, en el punto, el menor habría sido absorbido por un remolino que se generaba, lo derivó en su desaparición. Esta fue advertida por otros menores que acudieron al sitio en compañía del joven.
Habrían sido los mismos menores quienes corrieron a avisar al padre del menor sobre el ‘misterioso hecho’. Pese a que este se esforzó por buscar algún rastro del menor, nunca lo encontró, sumiéndose en un luto o pena que le acompañó por varias décadas.
El lago hace parte de la leyenda, pero nunca se ha especificado su nombre, o se ha tenido registro de este más allá de esta historia, en la que también se afirma que la búsqueda por parte de las autoridades se dio por cerrada ante la inexistencia de rastros del joven.
La historia, recogida por algunos medios locales de Estados Unidos, tuvo un giro dramático. Más allá de ser la leyenda de una desaparición, se ha afirmado que esta es una historia de viajeros en el tiempo. De hecho, advierten que cerca de 60 años después de lo ocurrido, cuando el anciano padre del joven perdido aún visitaba el lugar para recordar al ‘muchacho’, algo inusual ocurrió. El señor, ahora con 91 años, presenció un nuevo remolino.
Según la historia, aquel remolino se asemejaba al descrito por los niños que presenciaron la desaparición de Thomas, y ahora lo traía de vuelta.
La historia narrada afirma que, pese a que habían transcurrido cerca de 60 años, el joven que regresó lucía casi igual que en el momento de su desaparición, pero se notaba desubicado.
La leyenda también señala que el joven no reconoció a su padre, ni la propiedad, debido al importante tiempo que había transcurrido, pero una conversación con el hombre de 91 años lo convenció de que en efecto se trataba de él.
Si bien el padre de Thomas sostuvo que se trataba de un caso sobrenatural, muchas personas desestimaron su historia y señalaron que quizá era el efecto de una persona que hubiese querido estafarlo aprovechándose de su tristeza, o que todo era efecto de la mente del dolido padre que perdió al hijo.
De acuerdo con la historia recogida por medios locales en Estados Unidos, pese a los interrogantes en torno del tema, y a las posibles hipótesis, habría un hecho que refuerza la teoría del viaje o portal en el tiempo. La leyenda cuenta que el joven fue sometido a estudios de identificación y, curiosamente, sus huellas dactilares coinciden totalmente con las del menor desaparecido en 1912.
Presionado por el contexto, ‘el viajero del tiempo’ buscó protegerse, cambiando de identidad, y dejando en el olvido su historia, pues no existen registros de que este hubiese comentado qué vio en el lugar al que fue transportado; no obstante, tras su regreso, no había envejecido y retomó su vida desde la edad de 10 años.
Otro hecho que deja la historia en ‘leyenda’, es precisamente que nunca se habría tomado registro del hecho, que permitiese establecer un estudio sobre lo ocurrido, por lo que la historia no ha sido tomada más que como una leyenda que ahora se viraliza en redes sociales, en las que se recoge la historia.