En medio de la crisis migratoria que vive Estados Unidos, Amy Pope, la nueva directora general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) se refirió a este tema en una rueda de prensa.
La estadounidense afirmó que existen pruebas “bastante abrumadoras” de que la inmigración beneficia a las economías al cubrir empleos, incrementar la innovación o “impulsar la renovación o revitalización de comunidades envejecidas”.
El argumento de Pope es que las economías más fuertes del mundo se están quedando sin trabajadores y que incluso las empresas privadas de esos países están necesitando mano de obra.
“Escuchamos del sector privado en todo el mundo, pero especialmente en Europa y Norteamérica, que están desesperados porque la migración cubra las necesidades de su propio mercado de trabajo y para continuar impulsando la innovación en sus propias compañías […] En conclusión, la migración es un beneficio”, afirmó.
Estas declaraciones llegan luego que el gobierno de Joe Biden les permitiera a 470.000 venezolanos no registrados trabajar legalmente en Estados Unidos.
Hace poco el presidente Biden se jactó de tener el mayor número de hispanos en el gabinete y en dar trabajo a latinos en el país. “Cuatro millones de empleos de los 13,5 millones creados por el plan el económico Bidenomics fueron a parar a los latinos y el desempleo de los hispanos ha registrado “mínimos históricos”, dijo el mandatario.
La situación de inmigrantes ilegales que todos los días están llegando al norte desde todas partes del mundo ha golpeado seriamente la frontera en donde miles esperan pasar a Estados Unidos en busca de oportunidades.
Trump en contra de la migración a Estados Unidos
A pesar de que Pope resaltó que la migración puede llegar a ser beneficiosa para un país, el expresidente Trump difiere en esta premisa e incluso afirmó que si vuelve a la Casa Blanca, llevaría a cabo “la mayor operación de deportación interna en la historia de Estados Unidos”.
Trump, que lidera las primarias republicanas de 2024 por un amplio margen, pronunció un discurso hace unos días en Dubuque, Iowa, la semana pasada, criticando al presidente Biden por la “catástrofe devastadora de nuestra frontera sur”.
“Bajo mi liderazgo, tuvimos la frontera más segura en la historia de Estados Unidos. Ahora tenemos la peor frontera en la historia del mundo”, dijo Trump el miércoles 20 de septiembre, el mismo día en que más de 4.000 inmigrantes ilegales adultos, predominantemente venezolanos, cruzaron la frontera hacia Texas.
Trump, en Iowa, dijo que, de ser elegido, su segundo mandato comenzaría poniendo fin “inmediatamente” a “todas las políticas de Fronteras Abiertas de la Administración Biden”, según cuenta Fox News.
El expresidente dijo que también planea “invocar la Ley de Enemigos Extranjeros para expulsar de Estados Unidos a todos los pandilleros, traficantes de drogas o miembros de carteles conocidos o sospechosos”, un esfuerzo que, según él, pondrá fin al “flagelo de la violencia de las pandillas extranjeras ilegales una vez y para todos.”
El expresidente también afirmó que desplegaría tropas en la frontera sur si fuera necesario y desplegaría a la Marina para imponer un bloqueo en la región para combatir la propagación del fentanilo.
*Con información de la AFP.