Conformar un hogar no es un propósito que se catapulte como meta común; pues (más allá de la edad) los objetivos de vida distan entre el trabajo, realización personal y otras actividades que demandan tiempo y mayor interés en ciertas personas. Desde la juventud varios defienden sus razones para no tener hijos.
Otro es el panorama entre quienes aspiran a ser padres, pero no conformar una familia, y para ello buscan otras alternativas para llevar el proceso de crianza en solitario. En situaciones adicionales, puede que la pareja sí vaya en la misma dirección; sin embargo, la dificultad radica en impedimentos médicos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 17,5 % de los adultos sufren esterilidad y no es notoria la diferencia entre regiones o si estas son de altos, medios o bajos ingresos. Se trata de un problema que, en ciertos casos, puede tratarse y requiere una mayor atención en el sistema sanitario público.
“La esterilidad no hace distinciones”, dijo el director del organismo, Tedros Adhanom. “La enorme proporción de afectados evidencia la necesidad de ampliar el acceso a los tratamientos y de incluirla en las políticas y los estudios sobre salud, de modo que las personas que lo deseen dispongan de vías seguras, eficaces y asequibles para tener hijos”.
Virgen, pero con una veintena de hijos
En Maryland, Estados Unidos, el caso de Drew Sollenberger ha despertado interés porque, según él, es asexual (no siente atracción por otras personas) y siendo “virgen” es papá de 25 hijos. ¿Cómo es posible? Ese es un constante interrogante que rodea su vida, pero con una explicación: el ingeniero de software ha sido donante de esperma por 16 años.
De acuerdo con Daily Mail, la intención de convertirse en padre se acentuó cuando su hermana quedó embarazada y en el rol de tío fue descubriendo uno de sus anhelos, aunque también se encontró con el principal obstáculo: no quería ligar su vida a nadie (como pareja). Pero ello no iba a interrumpir ese sueño.
“Me di cuenta de que realmente amaba a los niños”, dijo Sollenberger al diario británico al revelar cómo fueron los primeros acercamientos con infantes. “Mi única queja real fue que el voluntariado que tuve fue más a corto plazo. Cuidaría a un niño por un día, estaría involucrado en esta actividad y el niño seguiría con su vida”, dijo.
“Nunca salí con nadie”
Con el tiempo descubrió que el voluntariado se estaba convirtiendo en algo ‘efímero’ y; en consecuencia, no se desarrollaría prácticamente ningún vínculo con los menores que cuidaba. Así fue como terminó vinculado a grupos que conectan con donantes de esperma a quienes por alguna razón no pueden concebir.
Respecto a su orientación sexual; el estadounidense agregó a Daily Mail que “simplemente nunca salí con nadie, nunca quise hacerlo, nunca conocí a nadie que me interese remotamente, con lo cual estoy bien, pero eso significa que no hay familia nuclear”. Justamente el limitante de “no llegar a ser un padre tradicional” fue todo un ‘choque’ para él.
El ser virgen a sus 38 años, tal y como sostiene, le ha favorecido, pues ello ha derivado en una mayor ‘confianza’ entre las personas que buscan un donante y prefieren que este no haya tenido relaciones sexuales. Por otra parte, con algunos de sus hijos comparte tiempo, pero como si fuese el tío o padrino.
“Soy el chico divertido que viene y juega con ellos, normalmente una vez al mes. Algunas personas me han dado permiso para visitar más a menudo”, aseguró al diario inglés y añadió que, de todas formas, prefiere limitar las visitas a una por mes.