En medio de la disputa por el destino que han tenido miles de niños ucranianos en medio de la guerra, luego de que Kiev indicara que al menos 16.000 pequeños habrían sido deportados por Rusia a su territorio para dar en adopción a familias nacionales, motivo por el cual la Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de captura para el presidente Vladimir Putin y a Maria Lvova-Belova, comisionada presidencial para los derechos de la infancia en Moscú, entre otros rusos, por crímenes de guerra.
Sin embargo, este miércoles 5 de abril, algunos políticos rusos, incluyendo a la comisionada Maria Lvova-Belova, argumentaron ante las Nacionales Unidas que la versión de Ucrania no eran tan “cierta”, sino que tenían en su manos menos de “dos docenas” de pequeños ucranianos, y que los que estaban en su territorio los habían acogido por su “seguridad”.
La versión rusa de la aprehensión de niños ucranianos
La comisionada Lvova-Belova indicó que quienes actúan “contra los intereses” de los menores son las autoridades ucranianas y no las rusas, entre otras razones porque “no están haciendo nada para evacuarlos de zonas en peligro”.
“Las tropas ucranianas y las fuerzas nacionalistas utilizan a los niños como escudos humanos”, dijo la comisionada en un boletín donde asegura también que “Ucrania está persiguiendo a las familias rusas” y a los “huérfanos” acogidos por ellas en la región del Donbás, ocupada parcialmente por Rusia.
En este sentido, acusó a Kiev de entorpecer la “asistencia humanitaria” brindada por Moscú, incluso amenazando por teléfono y en las redes sociales a las familias que supuestamente quieren acoger a los niños, según la agencia de noticias TASS.
Es de recordar que sobre Lvova-Belova pesa una orden de arresto precisamente por la deportación forzada de niños ucranianos, una práctica por la que también ha sido señalado el presidente de Rusia, Vladimir Putin. Sin embargo, Moscú se ciñe a su versión de que únicamente busca el bienestar de los menores de edad.
La versión rusa contrasta con los indicios recabados por los investigadores del CPI, que ha personificado en Putin y Lvova-Belova los supuestos abusos cometidos contra la infancia en Ucrania desde el inicio de la invasión en febrero de 2022. Sin embargo, la orden de arresto es de difícil cumplimiento, en la medida en que Rusia no forma parte del Estatuto de Roma.
Conocida la decisión de la CPI, Lvova-Belova se pronunció y dijo que “está bien que la comunidad internacional haya apreciado el trabajo para ayudar a los niños de nuestro país”, ironizó, según publicó la agencia estatal RIA Novosti.
Añadió que “hubo sanciones contra mí de todos los países, incluso de Japón, y ahora una orden de arresto (...), pero seguiremos trabajando”.
“Rusia no impide que los niños mantengan contactos con familiares”
El embajador de Rusia ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, aseguró que “no hay ni dos docenas” de niños ucranianos que, apartados de sus familias por el estallido de la guerra, no hayan podido volver con sus progenitores.
“Lo cierto es que Rusia no impide que los niños mantengan contactos y comunicación con sus familiares y amigos, y lucha por su reunificación, que todos los niños evacuados reciban asistencia médica, psicológica y apoyo social”, manifestó Nebenzia.
Por otro lado, Nebenzia criticó a los representantes de Estados Unidos y Reino Unido ante la ONU por tratar de bloquear la transmisión de la reunión del Consejo de Seguridad en los canales habituales.
“No puedo dejar de mencionar la escandalosa atmósfera en la que hemos tenido que preparar esta reunión. Nuestros compañeros británicos y estadounidenses tenían tanto miedo de la verdad que se iba a escuchar hoy que se opusieron a la transmisión de la reunión”, denunció.
*Con información de Europa Press y la AFP.