Los legisladores de Carolina del Sur aprobaron este martes un proyecto de ley que prohibiría el aborto a partir de la sexta semana de embarazado, por lo que han enviado la medida al gobernador del estado, Henry McMaster, que ha prometido que la firmará “lo antes posible”.
“La Asamblea General ha tratado este asunto de forma reflexiva, transparente y colaborativa. Esta noche, nuestro estado está un paso más cerca de proteger más vidas inocentes. Espero firmar este proyecto de ley lo antes posible”, indicó McMaster a través de su perfil en la red social Twitter.
El Senado de Carolina del Sur se ha impuesto con 27 votos a 19 con el objetivo de prohibir la mayoría de abortos una vez detectada la actividad cardíaca temprana en un feto o embrión, normalmente a las seis semanas de embarazo, antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas, informó la cadena de televisión CNN.
La Junta Estatal de Examinadores Médicos revocaría la licencia para ejercer en el estado a cualquier médico que infrinja la ley a sabiendas y podría enfrentarse a cargos por delitos graves, multas y penas de cárcel.
El proyecto de ley incluye excepciones para salvar la vida del paciente y anomalías fetales fatales, así como excepciones limitadas de hasta 12 semanas para víctimas de violación e incesto, con requisitos de informes médicos a las autoridades locales.
Corte de apelaciones de EE. UU. se inclinaría por la prohibición de la píldora para abortar
Una corte federal de apelaciones pareció inclinarse el miércoles a favor de los opositores del aborto que impugnan la autorización otorgada hace más de 20 años en Estados Unidos a una píldora para la interrupción del embarazo. Los debates se centran en la mifespristona (inicialmente denominada RU-486) que, combinada con otro medicamento, ha sido utilizada por unas 5,6 millones de mujeres desde su autorización en el año 2000 por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
A inicios de abril, un juez de primera instancia suspendió su autorización de venta al argumentar -pese al consenso científico- riesgos para la salud de las mujeres. El gobierno del demócrata Joe Biden apeló en urgencia y la Corte Suprema restableció la autorización de esta píldora, mientras el proceso continuaba.
El miércoles, tres jueces de una corte de apelaciones de Nueva Orleans, de reputación conservadora, escucharon los argumentos de fondo de las partes. En la audiencia, accesible vía telefónica, los jueces se mostraron severos con el abogado del gobierno. “La historia que usted nos cuenta es que nadie puede cuestionar a la FDA”, dijo el magistrado James Ho. “Tenemos derecho a examinar a la FDA como a cualquier otra agencia, es el rol de los tribunales”, agregó.
De otra parte, su colega, Jennifer Elrod, señaló la severidad del Departamento de Justicia ante la decisión en primera instancia. “Estos ataques personales ¿son apropiados?”, preguntó la jueza.
La abogada Sarah Harrington respondió que no se trataba de ataques personales sino de críticas al “análisis” del juez. En contraste, los jueces se mostraron conciliadores con los abogados de los demandantes, una coalición en contra del aborto.
A la salida de la audiencia, los defensores del derecho al aborto manifestaron pesimismo. “Los dados están cargados porque los jueces del caso son conocidos por su increíble hostilidad al aborto”, comentó a su vez Jennifer Dalven de la poderosa organización de derechos civiles ACLU.
La decisión de la corte de apelaciones, sin embargo, no marca el fin de esta batalla legal, esta podrá ser examinada por el conjunto de magistrados de ese tribunal y ser objeto de un nuevo recurso ante la Corte Suprema de Estados Unidos.
*Con información de Europa Press