Una escena un poco al estilo de la película Tiburón se presentó en la playa de La Jolla Cove, en California.
Sin embargo, la criatura que la protagonizó fue un león marino, al cual los bañistas pronto bautizaron como Chonkers.
Eso sí, lo del nombre vino después de que se les pasó el susto que les dio Chonkers al salir repentinamente del mar en lo que hasta ese momento había sido un día de playa veraniego común y corriente en esa concurrida zona de California.
Un video del incidente muestra como los niños empezaron a gritar y a correr ante la presencia del animal.
“Las madres corrían con sus hijos, los hombres adultos lloraban como niñitas. Lo amé”, le dijo entre risas a CNN Japhet Pérez Estrada, el bañista que tomo el video desde el agua.
Casualmente, ese día había llevado su cámara a prueba de agua y si dice que gozó viendo a los turistas aterrorizados es porque muchas veces tiene que presenciar con impotencia como la gente agrede a estos animales marinos arrojándoles piedras, por ejemplo.
“Ellos estaban recibiendo un poco de su propia medicina”, comentó Pérez Estrada, también en medio de risas.
El video muestra que el león marino, al parecer, no pretendía ir detrás de ninguna persona, sino que su blanco era uno de sus congéneres, que ya estaba en la playa antes de que él saliera del agua.
Aquí se puede ver el video:
A pesar del susto que se llevaron los bañistas de La Jolla Cove, los avistamientos y contactos de la gente con los leones y otras especies marinas no son nada extraños.
De acuerdo con CNN, que difundió el video de Chonkers, a más de 700 kilómetros de allí hay una nutria, bautizada por la gente como 841, que se ha convertido en una leyenda.
841 fue criada en el acuario de Monterrey Bay y luego fue liberada en su hábitat natural con un rastreador y hacía las delicias de los turistas, a quienes les encantaba juguetear con ella.
Sin embargo, con el tiempo, la nutria se volvió agresiva y ello llevó a las autoridades a colgar anuncios por la playa, advirtiéndoles a las personas que había que tener cautela ante la presencia del animal.
Actualmente, informó también el canal, las autoridades están a la búsqueda de 841, para llevarla a un acuario o zoológico, temerosas de que pueda significar un peligro tanto para ella como para las personas que acuden a disfrutar del mar.
La celebridad de 841 es tal, que tiene un club de fans, cuyos miembros les han dirigido cartas a las autoridades, pidiendo que la dejen en libertad. “Ser una nutria no es un crimen”, dicen en sus peticiones.
En cuanto a los leones marinos, parece que las agresiones contra la especie en California, van más allá de los ataques con piedras.
A mediados del año pasado, se disparó una alarma, luego de que el Instituto Marino y de Vida Silvestre informara que varios ejemplares habían sido reportados como enfermos en las costas del sur del estado.
“Estamos respondiendo entre 50 y 100 llamadas por día”, indicó la agencia.
Según el Instituto, la enfermedad que se estaría presentando en los leones marinos sería causada por un posible envenenamiento de ácido domoico, el cual es una neurotoxina natural, provenientes de pequeñas plantas flotantes en el océano, llamadas fitoplancton.
Los leones marinos presentan desorientación, balanceo de la cabeza, espuma en la boca, espasmos musculares, convulsiones e incapacidad para salir del agua, según el Instituto Marino y de Vida Silvestre.