El ejército de Estados Unidos podrá operar “sin restricciones” desde las bases militares en Papúa Nueva Guinea, según un pacto de seguridad que forma parte de los esfuerzos de Washington para contrarrestar la influencia de China en el Pacífico y estar cerca de Corea del Norte.
El texto del pacto se presentó el miércoles 14 de junio ante el Parlamento de Papúa Nueva Guinea y reveló los detalles del acuerdo que se había mantenido en secreto desde su firma en mayo.
El pacto prevé que Estados Unidos pueda estacionar tropas y naves en aeropuertos claves del país, así como en la base naval de la isla Manus o en el puerto de la capital, Port Moresby.
El país norteamericano dispondrá de “acceso sin restricciones” a estos lugares para poner “equipos, suministros y material” y gozará de “uso exclusivo” de algunas zonas de estas bases donde se podrán llevar a cabo “actividades de construcción”.
Rica en recursos naturales, cercana a importantes rutas de comercio marítimo y ubicada de manera estratégica con respecto a países como China y Corea del Norte, Papúa Nueva Guinea se ve en el centro de la disputa entre Washington y Pekín para ganar influencia en el Pacífico.
El país asiático que reta a China: “Un ataque armado contra nuestro ejército invocaría la defensa de Estados Unidos”
Países aliados a Estados Unidos están pidiendo su ayuda en caso de que sean atacados militarmente por el gobierno de Xi Jinping.
Precisamente en una reunión que tuvieron el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con su homólogo filipino, Ferdinand Marcos Jr., también conocido como Bongbong Marcos, se confirmó la “férrea” alianza que tienen los dos países, tanto que advirtieron que si ocurre un ataque contra las Fuerzas Armadas de Filipinas se desencadenaría la defensa estadounidense.
“Un ataque armado contra las Fuerzas Armadas, buques o aeronaves filipinas en el Pacífico, incluido el mar de China Meridional, invocaría los compromisos de defensa mutua de Estados Unidos en virtud del Tratado de Defensa Mutua entre Estados Unidos y Filipinas de 1951″, dice el comunicado que se publicó en conjunto entre los dos gobiernos.
En este sentido, Biden y Marcos subrayaron “su compromiso inquebrantable con la libertad de navegación y sobrevuelo en el mar meridional de China”, así como “la importancia de respetar los derechos soberanos de los estados dentro de sus zonas económicas exclusivas de conformidad con el Derecho Internacional”. Esto, en referencia a las últimas tensiones en la región por increpaciones de buques de guerra chinos contra pescadores filipinos.
También coincidieron en “la importancia de mantener la paz y la estabilidad a través del estrecho de Taiwán, como un elemento indispensable de la seguridad y la prosperidad mundial”, y expresaron su apoyo a Ucrania, en el marco de la invasión rusa, remarcando la “independencia e integridad territorial” dentro de “sus fronteras internacionalmente reconocidas”.
Este encuentro se dio en medio de las tensas relaciones con Pekín por el control de las aguas del mar de China Meridional y por la presencia estadounidense, ya que Manila ha accedido a proporcionar cuatro nuevas bases militares a Washington.
Las bases, en aplicación del Acuerdo de Cooperación Reforzada en materia de Defensa (EDCA), tienen el objetivo de construir instalaciones para almacenar y suministrar equipamiento, por lo que el mandatario filipino tuvo que remarcar que Filipinas “no será utilizada como base para acciones militares” con el fin de “atacar a China”.
Con información de AFP y Europa Press