Este martes 1 de agosto, Fitch Ratings, una de las agencias más importantes de calificación crediticia de Estados Unidos, a la par de Moody’s y Standard & Poor’s, redujo la calificación para su país por aumento de deuda pública en los próximos tres años y “deterioro de estándares de gobernanza” en las últimas dos décadas.

La calificación crediticia fue reducida de AAA, la calificación más alta posible, a AA+. La nueva calificación sigue estando dentro del grado de inversión.

La consecuencia de una menor calificación crediticia podría llevar a Estados Unidos a pagar tasas de interés más altas en obligaciones y bonos. | Foto: Getty Images

Las razones de Fitch

“La rebaja (de la nota) de Estados Unidos refleja el deterioro fiscal esperado en los próximos tres años” y la “erosión de la gobernanza” luego de “repetidos impasses sobre el límite de endeudamiento y resoluciones de último minuto”.

Fitch mencionó la polarización política cada vez mayor en torno al gasto y a la política fiscal como una de las principales razones para reducir la calificación. Dijo que la gobernanza de Estados Unidos ha ido en declive en comparación con otros países de alta calificación, y señaló “repetidos estancamientos sobre el límite de la deuda y resoluciones de último momento”.

“El gobierno no dispone de un marco fiscal a mediano plazo, contrariamente a la mayoría de sus pares, y tiene un proceso presupuestal complejo. Estos factores, así como varios shocks económicos, reducciones de impuestos y nuevas iniciativas de gastos, contribuyeron a aumentos sucesivos de la deuda durante la última década”, añadió la calificadora.

“Además, solo se realizaron progresos limitados ante el desafío que a mediano plazo presenta el aumento de costos del régimen de pensiones y de seguro médico por el envejecimiento de la población”, agregó.

“Hubo un deterioro constante de las normas de gobernanza durante los últimos 20 años, incluyendo en materia presupuestal y de deuda, a pesar del acuerdo bipartito de junio para suspender el techo de endeudamiento hasta enero de 2025″, concluyó Fitch.

Joe Biden, organizó conversaciones sobre el límite de la deuda con el presidente de la Cámara de Representantes de EE. UU., Kevin McCarthy | Foto: Restringido

La reacción del Gobierno

La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, se manifestó “fuertemente” en desacuerdo con la decisión de Fitch, a la que calificó de “arbitraria” en un comunicado.

Yellen enfatizó que los bonos del Tesoro estadounidenses “siguen siendo el activo más seguro y líquido del mundo, y que los fundamentos de la economía estadounidense son fuertes”.

Sin embargo, la consecuencia de una menor calificación crediticia podría llevar a Estados Unidos a pagar tasas de interés más altas en obligaciones y bonos.

El gobierno de Joe Biden y la oposición republicana encontraron in extremis a inicios de junio un acuerdo para evitar la moratoria, tras una agria batalla política de meses. Fitch había advertido a fines de mayo que podía degradar la nota de Estados Unidos, debido al riesgo de un default.

La agencia había dicho en un comunicado que evaluaba “todas las implicaciones del más reciente episodio de políticas riesgosas y las perspectivas a mediano plazo para las trayectorias fiscales y de deuda”. Además, mantuvo estable la perspectiva para la calificación crediticia de la mayor economía mundial, lo cual significa que no prevé nuevos recortes a la nota en el corto plazo.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos advirtió sobre las dificultades del aumento de la deuda. | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved.

Estados Unidos se arriesgaba a un default o cese de pagos de sus obligaciones desde el lunes 5 de junio, fecha límite fijada por el Tesoro, sin embargo, pocos días antes el Gobierno se logró poner de acuerdo y votar en el Congreso para la firma del documento y el aumento del techo de la deuda.

En 2011, la agencia calificadora Standard & Poors le quitó a Estados Unidos su preciada calificación AAA y también mencionó las divisiones partidistas que dificultaban que la mayor economía del mundo controlara el gasto o subiera los impuestos lo suficiente como para reducir su deuda.

*Con información de AP y AFP.