La historia de la posible extinción de los lobos grises data desde 2018, cuando los organismos federales decidieron transportar, por aire, a los lobos que quedaban en los bosques nativos de Estados Unidos y llevarlos hacia la isla Royale, un territorio en medio del Lago Superior en el Estado de Míchigan, cercano a Canadá. Un terreno en donde la población humana es casi inexistente, lo que ayudaría a escatimar la caza de estos animales.

Según la última medición de los científicos encargados en observar si el traslado de esta especie había sido exitosa, en 2022 se conoció que, de los 28 individuos de lobos que habían en un principio, ahora eran 31 los que deambulaban por el territorio, lo que indica una lenta, pero progresiva reproducción de estos mamíferos.

Esta especie data de hace más de 11.700 años. | Foto: Getty Images / Holly Kuchera

Los científicos también concluyeron que esta especie logró equilibrar el ecosistema al que habían llegado ya que se encontraba muy inestable por la cantidad de alces que habitaban la isla Royale, lo que desencadenaba que estos mismos animales murieran por hambruna.

¿Por qué los lobos grises están en peligro de extinción?

Estos lobos, que datan de la era de hielo, se consideran una especie muy importante entre los mamíferos porque lograron adaptarse a todos los cambios climáticos que tuvo la Tierra durante los últimos once mil años.

La versatilidad en su dieta, que incluye caribúes y alces, sin contar las demás presas que había a su alrededor como aves y ardillas, fue fundamental para que este mamífero pudiera sobrevivir y mantener a su especie sin depredadores.

La caza de parte de los humanos, más el voraz aumento de la población en Estados Unidos hizo que el hábitat natural del lobo gris se viera cada vez más reducido, por lo que, tuvieron que desplazarse a climas más cálidos y allí perecían porque su composición corporal no estaba lo suficientemente adaptada para poder vivir en ambientes más calurosos.

Esta especie perdió su hábitat natural por la sobrepoblación humana. | Foto: Getty Images

El desplazamiento del lobo equilibró la isla Royale

Debido a que los alces no tenían depredadores en esta isla de Míchigan, estos animales se reprodujeron de una manera descontrolada, tanto así que por tantos alces que había, la comida que proporcionaba la isla no era suficiente para alimentar a todos los individuos y, por lo tanto, morían por hambruna.

Con la llegada de los lobos grises a la isla, los científicos se dieron cuenta de que, de los 1.346 alces hace un año, ahora quedaban 967, además que también se percataron de que hubo una disminución del 54 % de estos alces con respecto a los 2.000 que habían desde 2019.

Aunque algunas autoridades consideran que este establecimiento de lobos en la isla Royale ha sido una muy buena idea, como la codirectora del estudio Sarah Hoy quien ha dicho que: “Ha sido un gran éxito”, además de agregar: “Eso es lo que todos esperaban”, no todos piensan así.

Kevin Proescholdt, director de conservación del grupo de defensa Wilderness Watch, ha dado una opinión contraria a la de Hoy, diciendo: “Sentimos y aún creemos que el Servicio de Parques Nacionales no debería haber intervenido y establecido esta población artificial de lobos”.

También Proescholdt precisó: “Las especies van y vienen”, y aseveró que: “La (Ley Federal de Vida Silvestre) nos indica que dejemos que la naturaleza tome las decisiones y no imponga nuestros deseos humanos”.

Lo que viene para los lobos grises

Los científicos que han observado estos lobos no tienen intención de reubicarlos ya que consideran que le han hecho un bien al ecosistema equilibrado de la isla Royale, además esperan que los lobos se reproduzcan en mejores condiciones para así lograr una verdadera transformación en la isla que está infestada por alces.