Los abogados del expresidente Donald Trump apelaron este miércoles, 4 de octubre, un fallo clave previo al juicio, según el cual, el magnate cometió fraude al inflar el valor de valiosos activos. El juicio dirime seis acusaciones restantes en la demanda después de ese fallo.
El juicio por fraude que podría impedir al expresidente Donald Trump hacer negocios en Nueva York ahondó el miércoles en la cuestión de quién es responsable de los estados financieros que, según el Estado, son fraudulentos: ¿su compañía o contadores contratados?.
Con la presencia de los contadores en el estrado de los testigos y con Trump en el escritorio de la defensa por tercer día, los abogados del expresidente intentaron responsabilizar a los despachos contables de cualquier problema en esos documentos. Pero los abogados de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, intentaron mostrar que los contadores dependieron totalmente de la información que les entregó Trump y su compañía.
Por su parte, Trump niega haber incurrido en irregularidades. El proceso tiene lugar en momentos en que Trump encabeza las encuestas para la candidatura presidencial republicana.
El fallo previo al juicio podría costarle al expresidente el control de la Torre Trump y de otras propiedades. En el juicio, James pide una sanción de 250 millones de dólares y que se prohíba a Trump hacer negocios en Nueva York.
En el centro del caso figuran los “balances generales”, una panorámica anual de la riqueza de Trump que fue entregada a bancos, aseguradoras y otros.
James asegura que los estados financieros fueron inflados en extremo. El penthouse del mandatario en la Torre Trump fue tasado en casi tres veces su valor real, por ejemplo, y su club Mar-a-Lago en Florida fue sobrevalorado considerablemente en 739 millones de dólares, afirmó.
Trump sostiene que la realidad es que los estados financieros subestimaron el valor de las propiedades de lujo. También subrayó que los documentos tenían cláusulas de exención de responsabilidad que según él equivalen a decir que no se debería confiar en las cifras y que los acreedores debían hacer su propio trabajo.
Sin embargo, el contador Donald Bender, que preparó los estados financieros durante años, testificó el martes que la Organización Trump no siempre proporcionaba toda la información necesaria para elaborar los documentos con precisión. Otro contador, Camron Harris, testificó el miércoles que su trabajo en el balance general de 2021 implicó revisar la información que facilitó la compañía de Trump en busca de “errores obvios” y formatearla para su presentación.
“Nosotros no verificamos la precisión de ninguna información suministrada”, dijo Harris. El acuerdo de su firma con la compañía de Trump especificaba que los contadores “no expresarán alguna opinión o conclusión ni darán garantía alguna de los estados financieros”.
El abogado de Trump, Jesus M. Suarez, al interrogar a Bender el martes y miércoles, intentó referirse al contador como una persona descuidada en su trabajo.
Suarez mostró el miércoles un video de un testimonio previo al juicio en el que Bender afirma no recordar si consultó con algún especialista cuando preparaba los estados financieros de Trump. Aun así señaló Suarez-, la firma de Bender dijo a clientes que podría necesitarse la asistencia de especialistas para evaluar las obras de arte, joyería y algunos tipos de valores de negocios que no cotizan en bolsa y de bienes raíces.
Cuando Bender reconoció el martes que no había considerado un cambio en la información del tamaño del penthouse en la Torre Trump, Suarez le dijo que la compañía y empleados del exmandatario estaban “viviendo un infierno” porque “a usted se le pasó”.
Bender replicó que fue un error de la Organización Trump, “y no nos dimos cuenta”.
*Con información de AP.