En el marco de la Tercera Reunión del Grupo de Trabajo Antinarcóticos Estados Unidos-Colombia, se alcanzaron acuerdos clave en esa materia. La lucha para erradicar la producción y circulación de estupefacientes ha sido, durante años, uno de los principales temas de cooperación entre ambos países.
El encuentro permitió ratificar que los más de 200 años de relaciones “son la base para esfuerzos comunes para abordar el desarrollo del trabajo de este grupo, teniendo en cuenta el fortalecimiento de la democracia, la lucha contra la corrupción, protección de los derechos humanos, esfuerzos de paz, (y) la acción climática”, resaltó el Departamento de Estado en su sitio oficial.
A estos puntos se añade “la salud pública y un enfoque integral para abordar el problema mundial de las drogas. Todo esto promoverá avances significativos en el bienestar de nuestros pueblos, la prosperidad de nuestras sociedades y la estabilidad de la región”.
¿Qué acordaron ambas delegaciones?
- Aumentar los esfuerzos interdicción y potenciar las actividades que permitan enfrentar el crimen organizado transnacional y, en esa línea, fortalecer la percepción de seguridad.
- Reafirmar el compromiso tanto del Gobierno de Joe Biden como el colombiano para no frenar la lucha contra las drogas. Esto incluye seguirle los pasos a las acciones criminales vinculadas con la cocaína y drogas sintéticas.
- Fortalecer las estrategias para combatir el lavado de dinero y las afectaciones contra el medio ambiente.
- Incrementar la presencia policial y judicial, sobre todo en las áreas rurales.
- Poner en marcha estrategias que potencien las economías legales, siendo un ejemplo el modelo 3T (titulación, transición, transformación).
- Aplicar estrategias que conduzcan a un menor consumo de sustancias psicoactivas y las consecuencias subyacentes.
- Facilitar la adopción de opciones económicas diferentes a los cultivos ilícitos sin dejar de lado el objetivo de “erradicación estratégica”.
- Seguir trabajando junto al Ministerio de Justicia y del Derecho, así como el Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano, para un sistema de “coordinación para la estrategia holística bilateral dentro del Gobierno”.
- Potenciar las métricas que evalúan las causas de la producción de drogas y el desmantelamiento de las redes tras el tráfico transnacional.
¿Quiénes encabezaron las delegaciones?
En el comunicado del Departamento de Estado se especifica que la delegación colombiana estuvo integrada por el viceministro de Relaciones Exteriores, Francisco Coy; el viceministro de Defensa y Política de Seguridad, Alberto Lara; y el viceministro de Justicia, Camilo Umaña.
La representación del Gobierno norteamericano estuvo encabezada por el Subdirector de la Oficina de la Casa Blanca de Política Nacional para el Control de Drogas, Adam W. Cohen; así como el subsecretario de Estado de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos, Todd D. Robinson.
El objetivo de la reunión fue retomar lo conversado en el Diálogo de Alto Nivel que se desarrolló en marzo del año en curso en Washington. El grupo de trabajo también aborda otras temáticas como la salud, seguridad e intercambios educativos.
“Los gobiernos de Colombia y Estados Unidos reiteraron su compromiso de continuar la cooperación intergubernamental en la lucha contra los problemas relacionados con las drogas para promover y consolidar un enfoque basado en la salud pública y la seguridad humana, con una visión de largo plazo enfocada en salvar vidas y construir una Un futuro mejor”, destaca el comunicado del Departamento de Estado.
Estos acuerdos se conocen a días de que Colombia fuera certificada por su lucha contra las drogas, aunque bajo una exigencia de “lograr un progreso sostenible contra las organizaciones criminales”.
Aunque la certificación se mantiene, el Gobierno norteamericano alertó sobre la continuidad del problema. “Colombia ha sido históricamente un socio fuerte en la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, el cultivo ilícito de coca y la producción de cocaína siguen en niveles históricamente altos”.