Estados Unidos no sale del asombro e indignación luego de que un niño, quien responde al nombre de Darek Rosa, presuntamente acabara con la vida de su mamá. La mujer tenía 39 años y fue agredida el 12 de octubre con un arma blanca, mientras dormía en su vivienda de Hialeah (ciudad floridana).
El caso ha sido catalogado como homicidio en primer grado, por lo cual el inculpado será juzgado como si ya fuese adulto. La víctima fue identificada como Irina García, cuyo cuerpo lo encontraron uniformados junto a una cuna, pues el crimen habría sido cometido frente a una bebé de tan solo dos semanas.
Los hechos parecieron tomar por ‘sorpresa’ al círculo más cercano, pues su papá lo describió como “un buen chico, muy querido por sus amigos”, según recogió Sky News. Una llamada al 911, de aproximadamente 18 minutos, es pieza clave en las investigaciones.
Esta fue la llamada al 911
El joven fue quien avisó a las autoridades sobre la muerte de García y, desde un comienzo, confesó ser el autor material del crimen y no haber “tocado” a su hermana. Fragmentos de la llamada a la línea de emergencias terminaron replicados por medios estadounidenses y dan cuenta de la ‘frialdad’ con la cual se cometieron los hechos.
En parte de la conversación, replicada por Univisión Noticias, el joven le dijo a la operadora que no encontraba el cuchillo y también describió la escena. “Está muerta, señorita. Hay sangre por todo el suelo”. Adicionalmente, justificó su actuar, pero esa parte de la grabación permanece bajo reserva de las autoridades.
Según Univisión, el adolescente también reveló la intención de acabar con su propia vida y al ratificar que ya no había nada por hacer para salvar a su madre, dijo que tenía familiares a quienes se les podía encargar el cuidado de la recién nacida. El caso ha generado tal conmoción que ha acaparado titulares en Estados Unidos y la prensa extranjera.
Un ‘amigo’ recibió fotos del crimen
New York Post precisó que la primera audiencia estaba fechada para este viernes, pero Rosa no acudió; sin embargo, se le acusó formalmente de ese cargo que le podría condenar a la cárcel para siempre. En su representación, acudieron al tribunal el padre y abuela, a quienes se les presentó el panorama judicial.
El joven tampoco tenía antecedentes disciplinarios, de malas calificaciones o salud mental que permitieran atribuirle una acción criminal. Además, Rosa confesó haberle tomado fotos a su mamá, ya sin vida, y enviarlas a un amigo.
“Tomé fotografías y se lo conté a mi amigo. ¿Eso fue malo?”, dijo en lo recopilado por Local 10. Aunque reconoció desconocer su nombre, por haberlo conocido en un juego en línea, el niño aseguró haber lamentado lo ocurrido y hasta despedirse.
¿Qué sigue para el adolescente?
Por su parte, el padre del acusado reiteró su estado de shock por la situación. “Es muy lamentable que haya ocurrido esta tragedia, pero este niño es muy humilde, muy respetuoso y nadie podría haber imaginado que esto sucedería”, dijo, citado por Local 10.
Hasta el momento no hay determinación sobre el futuro judicial para Rosa, aunque, como ya se mencionó, la cadena perpetua es uno de los escenarios. Ese medio informó que él permanecerá recluido en Metrowest Detention Center, mientras el abogado de su familia busca un trato como menor.
Además, las autoridades respectivas negaron el pedido de casa por cárcel bajo custodia de su papá y abuela. La pena de muerte no es una alternativa, pues la Carta Magna de Estados Unidos la considera inconstitucional para menores.