El mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue sorprendido en Nueva York mientras salía de un lujoso hotel de la Gran Manzana.
Allí, varios ciudadanos brasileños, que ahora viven en Estados Unidos, lo estaban esperando para gritarle arengas, debido a que siempre critica al gobierno de Joe Biden y, sin embargo, se hospeda en un hotel de lujo en la denominada Capital del Mundo.
“Lula ladrón, tu lugar es la prisión”, se le escucha gritar en portugués a uno de los ciudadanos que trató de acercarse lo más posible al presidente brasileño.
El equipo de seguridad de Lula da Silva tuvo que intervenir, debido a que los opositores querían decirle más palabras, pero de una forma más cercana.
El hotel de lujo en el que se hospedaba el presidente era el Lotte New York Palace, donde según el sitio Booking.com, una noche puede costar alrededor de 4.500 dólares.
Lo que al parecer sacó de casillas a los ciudadanos fue la doble moral que manejó el mandatario brasileño, ya que dos días antes, desde Cuba, le envió un fuerte mensaje a Estados Unidos, acusando al país de tener a Cuba inmerso en la pobreza debido al embargo que sopesa hace varias décadas sobre la isla.
Sin embargo, dos días después se hospedó en un hotel del país que cuestionó, lo que desató la furia de los brasileños en Nueva York.
Las críticas de Lula da Silva a Estados Unidos
Hace apenas dos días el mandatario criticó de nuevo al gobierno de Joe Biden, desde la ciudad de La Habana, donde se encontraba el sábado 16 de septiembre, por el embargo impuesto por Estados Unidos a Cuba y la inclusión de la isla en la lista estadounidense de países patrocinadores del terrorismo.
“Cuba ha defendido una gobernanza global más justa. Hasta hoy es víctima de un embargo económico ilegal. Brasil está en contra de cualquier medida coercitiva de carácter unilateral. Rechazamos la inclusión de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo”, afirmó Lula da Silva, según declaraciones recogidas por el periódico Folha de Sao Paulo.
Estas sanciones son “una forma de ahogamiento” contra el Gobierno cubano para Lula, que ya defendió en febrero ante el presidente estadounidense Joe Biden que el bloqueo “no tiene sentido”. Además, Brasil estima que las sanciones impiden a Cuba pagar la deuda que tiene con Brasilia, que se eleva a 538 millones de dólares.
Lula ha sido el primer dirigente en intervenir en la cumbre del G77+China, que aglutina en La Habana a los países en vías de desarrollo, que Brasil considera clave para la reforma del sistema internacional de gobernanza política y económica.
En su discurso, Lula planteó otra de las banderas de su política exterior: en cuestión de cambio climático existen responsabilidades distintas entre países ricos y países en vías de desarrollo.
“Vamos a fomentar una industrialización sostenible, invirtiendo en energías renovables, en la socio-bio-economía y en la agricultura de bajas emisiones”, explicó.
“Vamos a hacerlo sin olvidar que no tenemos la misma deuda histórica que los países ricos por el calentamiento global. El principio de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas, sigue siendo válido”, argumentó.
*Con información de Europa Press.