Tres mujeres de Texas, Estados Unidos, se encuentran desaparecidas desde finales de febrero cuando salieron camino a México con el propósito de vender ropa. Sus familiares perdieron todo contacto y hasta el momento se desconoce el paradero de estas personas.
La desaparición se produjo una semana antes de que cuatro ciudadanos de ese país fueran secuestrados en la ciudad fronteriza de Matamoros, en un hecho en el que fueron asesinados dos de ellos. Esta situación ha generado diferentes versiones entre los dos gobiernos.
En relación con este último caso, fueron asesinados Shaeed Woodard y Zindell Brown, cuyos cuerpos fueron entregados a las autoridades diplomáticas estadounidenses, el pasado miércoles 8 de marzo.
Entre tanto, los dos sobrevivientes, Latavia Washington McGee y Eric Williams, regresaron a su país para recibir atención médica.
Frente a la situación de las tres mujeres, se indicó que, tras salir de Texas, se desplazaron a Montemorelos, una ciudad ubicada a 482 kilómetros de Matamoros, donde fueron secuestrados los otros cuatro estadounidenses. Por el momento se descarta que tengan alguna relación.
Se trata de dos hermanas y una amiga que cruzaron la frontera para vender ropa en un mercado de pulgas, pero desde finales de febrero no se tiene ninguna noticia. El pasado viernes el FBI informó que está al tanto del caso de las tres mujeres de Peñitas, una ciudad fronteriza de Texas cerca a McAllen.
“Tres mujeres residentes de Texas fueron reportadas como desaparecidas en Nuevo León; las vieron por última vez el 25 de febrero en el municipio de China”, informó México Ahora en su cuenta de Twitter al publicar una foto de las mujeres.
Entre tanto, el jefe de policía de esa localidad, Roel Bermea, aseguró que los familiares de las mujeres han estado en contacto con las autoridades mexicanas a cargo de la investigación con el propósito de determinar qué sucedió con ellas.
Así mismo, se dio a conocer la identidad de las tres mujeres con el propósito intentar obtener cualquier información que permita dar con su paradero. Se trata de Maritza Trinidad Pérez Ríos, de 47 años, Marina Pérez Ríos, de 48, y su amiga, Dora Alicia Cervantes Sáenz, de 53 años de edad.
Entre tanto, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos informó que las tres mujeres cruzaron el paso que divide los dos países el pasado viernes 24 de febrero, indicó el oficial. Explicó que Peñitas está ubicada solo a unos cientos de metros del río Bravo.
Familiares
El jefe de policía indicó que el esposo de una de las mujeres, previamente a la desaparición, habló con ella por teléfono mientras viajaba a México, pero que no volvió a comunicarse pese a que en varias ocasiones la llamó. Ante esta situación denunció el hecho.
“Como no pudo ponerse en contacto durante ese fin de semana, vino ese lunes y nos lo comunicó”, dijo el oficial, quien indicó que desde ese momento no se tuvo más información de las mujeres.
Añadió que las dos hermanas y su amiga se movilizaban en un vehículo Chevy Silverado verde modelo 1990. Salieron de esa localidad rumbo a Montemorelos, estado de Nuevo León, que está ubicada a unas tres horas en carro. Pretendían vender ropa en un mercado de pulgas.
Entre tanto, la Fiscalía de Nuevo León, México, señaló que se avanzan en las investigaciones con el propósito de determinar su paradero, aunque por el momento no entregó ningún detalle de las acciones que se han adelantado ni si hay alguna pista sobre el caso.
Caso de los estadounidenses asesinados
Las autoridades mexicanas detuvieron a cinco personas sospechosas de haber participado en el secuestro de cuatro estadounidenses y en la muerte de dos de ellos en Matamoros, Tamaulipas (noreste), en un caso que generó tensión entre México y Washington.
Se trata de los mismos cinco hombres que presuntos miembros del Cártel del Golfo (CDG) habrían abandonado el pasado jueves en una calle de Matamoros, acusándolos de haber cometido el rapto sin autorización de sus jefes criminales, informó una fuente de la fiscalía a la AFP.
Previamente, el fiscal de Tamaulipas, Irving Barrios, dijo en Twitter que su despacho detuvo a cinco presuntos autores del secuestro del viernes pasado y los homicidios.
Añadió que una persona que custodió a los cautivos, que ya había sido detenida, fue también vinculada a proceso.
El pasado jueves, medios locales difundieron un panfleto en el que el CDG ofrecía disculpas por los hechos y aseguraba que los atacantes actuaron sin su autorización y por ello los entregaron.
Una imagen de ese manuscrito junto a cinco hombres maniatados, encapuchados y tendidos en el asfalto también circuló en redes sociales sin que autoridades confirmaran su autenticidad.
El pasado viernes, el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, dijo en rueda de prensa que Washington no descansará “hasta que los culpables enfrenten a la justicia”.
“El equipo de los Estados Unidos trabaja en este caso día y noche, le estamos dando seguimiento, pero estamos haciéndolo con el apoyo del gobierno mexicano”, afirmó.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo además que se analiza si la fiscalía general del país atrae el caso.
“Como es un asunto importante, porque está de por medio el prestigio de nuestro país y del gobierno, tenemos que ir a fondo, conocer la verdad, y tenemos que ayudarnos todos”, dijo en su conferencia matutina.
Destacó también reportes que señalan que los estadounidenses tenían antecedentes penales en su país.
En tanto, ambos gobiernos anunciaron en un comunicado el reforzamiento de su compromiso para combatir el tráfico ilícito de fentanilo -una potente droga sintética que ha matado a decenas de miles de estadounidenses-, así como el comercio ilegal de armas hacia México.
El anuncio ocurrió luego de la reunión que López Obrador sostuvo el jueves con la asesora presidencial de Seguridad Interior estadounidense, Elizabeth Sherwood-Randall, y altos funcionarios de ambos países.
“Las autoridades de México y Estados Unidos se reunirán nuevamente en dos meses en Washington D.C. para revisar y analizar con mayor profundidad la eficacia de las políticas”, señalaron en el boletín.
El mandatario designó además a su secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, como líder y contraparte de Sherwood-Randall en el combate al fentanilo.
* Con información de AFP