Con el fin de mejorar su calidad de vida, cientos de personas aplican cada año para migrar a Estados Unidos solos o en familia. Esto por el anhelo de encontrar empleo con mejor remuneración que la de los países de origen, aprovechar el intercambio cultural y aprender o afianzar un segundo idioma que, además, está entre los más hablados.
Los choques culturales son parte del día a día entre numerosos extranjeros; incluso, en las costumbres más elementales, pero integran la nueva realidad para quienes tomaron la decisión y empezaron el proceso. En ciertos casos, las expectativas se superan, pero en unos más no es lo que se esperaba encontrar.
Así como la migración proviene, en buena medida, de Latinoamérica, también es común entre varias zonas de Estados Unidos. Intentar cambiar de ambiente y aventurarse a otros hábitos no siempre resulta en las metas establecidas y eso fue lo que le pasó a Callie Kuchan, quien, junto a su pareja, se llevó una ‘sorpresa’.
Mujer terminó ‘decepcionada’ al mudarse
La estadounidense compartió en TikTok cómo decidió regresar a la vida citadina tras cuatro años de haberse mudado a Breckenridge en Colorado, buscando tener más disponibilidad para sus pasatiempos como el senderismo y esquí. Sin embargo, las cosas empezaron a tomar un rumbo diferente.
Ella estaba acostumbrada a una rutina tradicional en Chicago y consideró que mudarse más hacia una zona rural sería como encontrarse permanentemente en vacaciones. Nada más alejado de la realidad, al menos, para el caso de Kuchan, cuyo relato acumula hasta el momento más de 308.000 visualizaciones en dicha plataforma.
“Como le hemos estado diciendo eso a la gente (regresar a la ciudad), piensan que hemos perdido la cabeza. (...) Vivir en las montañas es el sueño y de todos y fue el mío durante mucho tiempo y después de vivir aquí hay algunas cosas que me han devuelto a la realidad. Quiero decir que estoy muy agradecida. He pasado los mejores cuatro años de mi vida acá”, comentó.
“Ha sido muy difícil”
En principio, la norteamericana subrayó como una de sus razones para abandonar ese sitio turístico el costo de vida, pues sus intenciones para tener casa propia empezaron a situarse cada vez más lejanas, pese a tener varios trabajos. “No necesito nada grande, nada sofisticado. Simplemente, necesito un espacio con un jardín”, expresó.
“No te haces rico en la industria del esquí (...). Lo que realmente estás imaginando es un estilo de vida más relajado y estar de vacaciones 24 / 7 donde en realidad no tienes responsabilidad, entonces creo que lo hace mucho más difícil”, aseguró la estadounidense.
Su queja se centró en cómo veía disfrutar a otras personas de un ambiente turístico temporal, mientras en su caso el vivir allí se había convertido en algo completamente rutinario. “Estás sentado frente a la computadora. Todo el día trabajando (...), a menos que seas un jubilado o independiente rico”.
Otro aspecto por el cual no logró llenar sus expectativas fue la ‘dificultad’ de socialización, algo que, según manifestó, se agudizó más por un panorama ‘efímero‘.
“Ha sido muy difícil encontrar amigos aquí porque mucha gente es transitoria. Eso es muy triste (...). No encuentras mucha gente como en la ciudad (aunque), hay una enorme cantidad de jubilados porque es un lugar exclusivo”. Así las cosas, el panorama le llevó a retornar a Chicago con su pareja.