Sudán nuevamente vive una guerra interna que estalló el pasado fin de semana. Ante esto, varios países con embajadas en su territorio enviaron una señal de alerta a los ciudadanos que viven en este país africano.
Sin embargo el gobierno de Estados Unidos confirmó la muerte de uno de sus ciudadanos en medio de la lucha que se libra entre el Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) que se libró en la capital, Jartum, pero que ahora se expande a varias ciudades del país.
“Podemos confirmar la muerte de un ciudadano estadounidense en Sudán”, declaró un portavoz del Departamento de Estado a la cadena estadounidense Fox News. El portavoz también enfatizó que el fallecido no trabajaba para la Embajada, pero no se conocieron más detalles sobre las causas que llevaron a que perdiera la vida.
“Por respeto a la familia durante este momento difícil, no tenemos nada más que agregar”, agregó el funcionario del gobierno de Joe Biden en un documento oficial.
El portavoz también indicó en el comunicado recogido por el portal Axios que todavía no hay planes para la salida forzosa de los estadounidenses antes de recordar que la decisión queda en manos del presidente estadounidense, Joe Biden.
Mientras tanto, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, indicó que el Pentágono ha puesto en alerta a sus fuerzas en Yibuti para, llegado el caso, organizar una operación de evacuación. Por el momento se descarta una acción militar por parte del ejército estadounidense y dar apoyo a alguno de los bandos en disputa.
La capital de Sudán está llena de cadáveres en sus calles
Los enfrentamientos en Jartum y en otras partes de la nación han dejado más de 270 civiles muertos, según un balance “provisional” de quince embajadas occidentales. Se espera que esa cifra ascienda de manera exponencial en los próximos días.
Los gobiernos extranjeros empezaron a planear la evacuación de miles de expatriados, incluidos funcionarios de la ONU.
Diplomáticos extranjeros han sido atacados y Naciones Unidas denunció “saqueos, ataques y violencia sexual contra cooperantes”.
El ministro de Defensa de Chad, el país vecino, informó que 320 militares sudaneses cruzaron incluso la frontera el domingo 16 de abril para huir de los encarnizados choques.
“Son 320 elementos del ejército sudanés, gendarmes, policías y militares, que temen ser asesinados por las Fuerzas de Apoyo Rápido que se entregaron a nuestras fuerzas”, aseguró el general Daoud Yaya Brahim.
Las calles estaban llenas de cadáveres con un fuerte olor a descomposición, dijeron habitantes de la capital de Sudán. “La vida en Jartum es imposible si no se detiene esta guerra”, dijo a Alawya al-Tayeb, de 33 años, mientras huía de la ciudad. “Hice hasta lo imposible para que mis hijos no vieran los cadáveres en las calles”, añadió.
Fuertes explosiones e intensos tiroteos se escucharon en Jartum y testigos indicaron que gruesas columnas de humo negro salían de los edificios alrededor del cuartel del ejército, situado en el centro de la capital.
Los civiles que permanecen en sus casas están cada vez más desesperados ante la escasez de alimentos, los apagones y la falta de agua potable. Algunos de ellos se han visto obligados a salir en busca de comida y suministros cuando baja la intensidad de los combates.
Con información de Europa Press y AFP