Momentos de terror, o lo que para algunos puede asemejarse a una ‘pesadilla’, fue lo experimentado en Estados Unidos por pasajeros del vuelo 5916 de American Airlines que cubría la ruta Charlotte, en Carolina del Norte, hacia Gainesville, Florida. Este martes (15 de agosto) los ocupantes de la aeronave descendieron unos 15.000 pies en solo tres minutos.
El ‘estrepitoso’ descenso no desató consecuencias de consideración, más allá del pánico difundido entre los viajeros por el temor a un accidente. En imágenes compartidas por el docente floridano, Harrison Hove (uno de quienes iba a bordo) quedó registrada la tensión y necesidad de utilizar el equipo de emergencia.
“He volado mucho, esto fue aterrador. Felicitaciones a nuestra increíble tripulación de vuelo, personal de cabina y pilotos en @AmericanAir 5916. Las fotos no pueden capturar el olor a quemado, el ruido fuerte o los chasquidos en los oídos. Es bueno estar en el suelo”, relató el académico en su cuenta de X (previamente llamada Twitter).
¿Por qué se produjo la emergencia?
Según informó un vocero de la Administración Federal de Aviación a Fox 35, una falla en la presurización pudo haber causado los momentos de tensión. El diario Las Provincias, explica que esto se produce cuando una aeronave tiene dificultades para mantener su sistema de presión “ideal” y puede llegar a tener consecuencias fatales.
El avión en cuestión pudo aterrizar sin más contratiempos en el Aeropuerto Regional de Gainesville sobre las 5: 00 p. m. Fox Business informó que cuando el vuelo estaba en el minuto 43 el aparato se había precipitado a tierra 18.600 pies en un lapso no mayor a seis minutos.
El pasajero Hov añadió en X que “algo falló en pleno vuelo y despresurizó la cabina. Aparentemente, el olor a quemado se puede atribuir al uso de los botes de oxígeno. Los flaps de las alas bajaron inmediatamente nuestra altitud para que hubiera más oxígeno. Fue aterrador, pero resultó bien”.
“Fueron geniales bajo presión”
American Airlines respondió al comentario de Hove en el cual destacó cómo la tripulación manejó esa situación. La empresa dijo que le extendería a su personal las felicitaciones tras haber adelantado “un trabajo bien hecho”.
“Por favor, hazlo. Fueron geniales bajo presión. La FA en la cabina fue excepcional hoy. Había al menos 4 miembros de la tripulación también y un piloto en 15B nos mantuvo informados y tranquilos a los que estábamos en la parte de atrás”, dijo el académico a la aerolínea.
American Airlines envió un comunicado a medios como USA Today en el cual entregó más detalles sobre lo ocurrido. “El vuelo 5916 de American Eagle, operado por Piedmont Airlines, desde Charlotte (CLT) a Gainesville, Florida (GNV) aterrizó de manera segura en GNV el jueves 10 de agosto”.
En el texto difundido se agregó que “la tripulación recibió una indicación de un posible problema de presurización e inmediatamente y de manera segura descendió a una altitud más baja”, recogió USA Today. “Pedimos disculpas a nuestros clientes por cualquier inconveniente y agradecemos a nuestro equipo por su profesionalismo”, añadió el comunicado.
Así como algunos imprevistos en pleno vuelo están motivados por fallas técnicas, otros son atribuidos a conductas de ciertos viajeros. Por ilustrar un caso, a finales de mayo un pasajero en Corea del Sur abrió la puerta de la aeronave cuando esta todavía buscaba aterrizar.
Posteriormente, el individuo (de 33 años) fue detenido y se afirmó que “era difícil mantener una conversación normal con él”. Cuando se le interrogó sobre su actuar, él respondió que estaba “sofocado” y necesitaba salir rápido del avión. Según las autoridades, por su ‘imprudencia’ podía enfrentar hasta 10 años de cárcel.