El acuerdo de exportación de granos ucranianos expiró este lunes a las medianoche., luego de que Rusia se negó este lunes a prorrogarlo tras un ataque de Ucrania que destruyó parcialmente por segunda vez un puente que conecta territorio ruso con la anexionada península de Crimea.
“El acuerdo del mar Negro ha terminado de facto hoy”, dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, refiriéndose al pacto sellado en julio de 2022 con la mediación de Turquía y Naciones Unidas.
El acuerdo expiró el lunes a medianoche en Estambul, fecha límite fijada en su última prórroga de dos meses en mayo.
“Tan pronto como la parte del acuerdo relativa a Rusia esté satisfecha, el país volverá inmediatamente al acuerdo sobre los cereales”, añadió.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, declaró que su país está dispuesto a mantener las exportaciones de grano.
“Incluso sin Rusia, se debe hacer todo lo posible para que podamos utilizar ese corredor para las exportaciones en el mar Negro. No tenemos miedo”, insistió.
Ante esto, el secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aseguró que la negativa rusa a continuar el acuerdo del grano “daña a millones de personas hambrientas por todo el mundo”.
“La negativa de Rusia a prorrogar la Iniciativa de los Cereales del mar Negro perjudica a millones de personas hambrientas en todo el mundo. El uso de los alimentos como arma es intolerable. Instamos a Rusia a dar marcha atrás”, expresó Blinken en su cuenta de Twitter.
En este sentido, el secretario de Estado aseguró en una rueda de prensa que la decisión rusa ya está teniendo un impacto en los mercados y que “los precios están subiendo”.
“La conclusión es que es inconcebible. No debería ocurrir. Debería restablecerse lo antes posible. Y espero que todos los países sigan esto muy de cerca. Verán que Rusia es responsable de negar alimentos a personas que los necesitan desesperadamente en todo el mundo, y de contribuir al aumento de los precios en un momento en que muchos países siguen experimentando una inflación muy difícil”, añadió Blinken.
Además, explicó que las sanciones del G7 no se estaban aplicando a los alimentos y fertilizantes rusos, tal y como Rusia temía, y le ha acusado de no cooperar con el Programa Mundial de los Alimentos al enfocar sus exportaciones en los países de ingresos más altos.
“Esta decisión es coherente con el veto de Rusia la semana pasada a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pretendía reautorizar la ayuda humanitaria transfronteriza crítica para los sirios. Estas acciones cínicas perjudican a los más vulnerables del mundo”, criticó Blinken, en referencia al veto ruso a dicha ayuda.
Según datos ofrecidos en un comunicado del Departamento de Estado, el acuerdo del grano ha permitido desde sus inicios el envío de más de 32 millones de toneladas métricas de grano ucraniano al resto del mundo, incluidas las regiones más necesitadas como el Cuerno de África, el Sahel, Yemen o Afganistán.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha condenado la “decisión unilateral” de Rusia de retirarse del acuerdo del grano, y ha manifestado que “la guerra ilegal” está “dañando a millones de personas vulnerables”.
Moscú lleva meses quejándose de que no se respetan los intereses rusos del pacto, que incluye levantar los obstáculos para exportar productos agrícolas y fertilizantes.
El acuerdo, que expira a medianoche de Estambul, alivió los temores a una crisis alimentaria mundial y permitió exportar más de 32 millones de toneladas de grano ucraniano.
“Rusia ha notificado hoy oficialmente a las partes turca y ucraniana, así como a la Secretaría de la ONU, su objeción a la extensión del acuerdo”, señaló la agencia TASS, citando a la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Maria Zajárova.