Una nueva ronda de despidos pone en alerta a los trabajadores de Disney, la empresa estadounidense de entretenimiento que prevé, una vez completada en su totalidad, la salida de 7.000 empleados durante 2023, que supone el 3,6 % de su plantilla.
De esta manera, una vez se complete esta ronda, el total de puestos suprimidos ascenderá a unos 4.000. Los detalles de este tramo de recortes trascendieron la semana pasada, cuando se supo que la compañía suprimiría alrededor del 15 % del personal en su división de entretenimiento.
El pasado mes de febrero, Disney anunció un ajuste de plantilla que afectaba a unos 7.000 puestos de su fuerza laboral, que sobrepasa los 220.000 efectivos, como parte de una estrategia general para recortar sus costes anuales en 5.500 millones de dólares (más de 24 mil millones de pesos colombianos).
Según The Walt Disney Company, los recortes abordarán la televisión, el cine, los parques temáticos, así como puestos corporativos, y afectarán todas las regiones donde opera Disney, dijeron las fuentes, que pidieron no ser identificadas porque los detalles no son públicos.
A finales de marzo, Disney despidió a Isaac Perlmutter, presidente de Marvel Entertainment, como parte de una campaña de reducción de costes.
La compañía informó el pasado 30 de marzo al mismo Perlmutter, de 80 años, que Marvel Entertainment, que se encargaba de la venta de cómics y productos de consumo relacionados, “era redundante” y pasará a ser integrada en otra unidad de negocio mayor en Disney, ha informado el periódico The New York Times.
Como parte del cambio, el director ejecutivo de la compañía, Bob Iger, detalló que la empresa se organizaría en tres divisiones: una unidad de entretenimiento que incluye sus principales negocios de cine y televisión, las cadenas deportivas ESPN y la unidad de parques temáticos, que incluye cruceros y tiendas de productos.
Estas medidas responden a las pérdidas registradas por la compañía en sus servicios de streaming, que se duplicaron en 2022 con respecto a 2021, con un monto que asciende a 1.050 millones de dólares (952 millones de euros) tras la ralentización del crecimiento de abonados y al aumento de la competencia por los espectadores.
Cabe recordar que a finales del mes de febrero, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó la ley que desmantela el régimen fiscal especial del que disfrutaba desde hace décadas la empresa Walt Disney Company en el condado de Orlando, en Estados Unidos, donde se encuentran tanto el parque temático como las instalaciones de la compañía.
Dicha medida, aprobada tanto por el Senado como por la Cámara de Representantes, le permitirá al gobernador reemplazar a la junta que lidera el distrito “especial”, creado a finales de los sesenta específicamente para que Disney pudiese construir sus parques temáticos en la zona, por miembros favorables al partido republicano.
A través del Distrito de Mejora de Reedy Creek (en los límites de Orange y Osceola) se permitió que Disney, en una suerte de autogobierno, fuera responsable de establecer y mantener los servicios municipales, así como de emergencias.
De esta forma, el cuerpo que regía el distrito, que antes estaba formado por personalidades ligadas a la compañía, tendrá ahora cinco miembros designados personalmente por el gobernador, entre los que se encuentra el abogado y donante republicano Martin Garcia.
Con ello, DeSantis busca acabar con el “estatus de Gobierno de Disney” para traer “una nueva época de transparencia” y de “trato preferencial”. La medida asegura que “Disney pagará su parte de impuestos”, ha precisado en Twitter el gobernador.
En ese momento, la legisladora demócrata Anna Eskamani, que representa el área alrededor del parque Walt Disney World, criticó la medida firmada y aseguró: “Todo lo que hace este proyecto de ley es cambiar el nombre de Reedy Creek y permitir que el gobernador DeSantis nombre para una nueva junta a compinches conservadores hostiles” a Disney, dijo.
Con información de Europa Press*