Evan Gershkovich, reportero de 31 años, fue detenido en Ekaterinburgo, Rusia, por supuestas prácticas de espionaje. El mundo del periodismo quedó atónito ante la privación de la libertad del reconocido comunicador del medio de comunicación Wall Street Journal.
“Expulsar al embajador ruso en Estados Unidos, así como a los periodistas rusos que trabajan aquí, sería lo menos que debería hacerse”, reclamó el prestigioso diario internacional en un editorial publicado en la noche del jueves 30 de marzo.
“El momento elegido para el arresto parece una provocación calculada para fastidiar a Estados Unidos e intimidar a la prensa extranjera que aún trabaja en Rusia”, agregó el escrito.
Ante este tema, el presidente Joe Biden le pidió al gobierno ruso liberar al reportero a quien se le imputan cargos de espionaje. “Déjenlo ir”, dijo Biden al responder preguntas de periodistas en la Casa Blanca.
También, durante una visita al estado de Mississippi, afectado por un tornado, Biden respondió a los periodistas y les dejó claro que el pedido del Wall Street Journal de expulsar a los periodistas rusos en Estados Unidos ”no está planeado en este momento”.
El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, opinó en el mismo sentido. “Eso no debería suceder. No hay motivo para ello”, afirmó, al señalar que Gershkovich fue pillado “con las manos en la masa”.
Por su parte la Unión Europea, a través de su máximo diplomático, Josep Borrell, “condenó” la detención de Gershkovich.
Gershkovich, antes de incorporarse al Wall Street Journal en 2022, trabajó para la AFP en Moscú y anteriormente para The Moscow Times, un sitio web de noticias en inglés. Su familia emigró de Rusia a Estados Unidos cuando era un niño.
Según el Kremlin, Gershkovich fue descubierto “con las manos en la masa” y advirtió a Washington que no tome represalias contra los medios rusos en Estados Unidos, después de haber detenido al periodista estadounidense.
El periodista habría estado recabando informaciones sobre el Grupo Wagner, propiedad del oligarca Yevgeni Prigozhin, cercano al presidente ruso, Vladimir Putin, y que ha enviado mercenarios a Ucrania. El último artículo de Gershkovich publicado por The Wall Street Journal data del 28 de marzo bajo el titular ‘La economía de Rusia está comenzando a desmoronarse’.
“Por decisión del tribunal Lefortovo de Moscú del 30 de marzo de 2023 sobre Gershkovich, se optó por una medida preventiva de detención [...] hasta el 29 de mayo de 2023″, señaló la corte en un comunicado, aunque su detención podría ser prolongada al final de ese período.
En una audiencia ante un tribunal de Moscú negó las acusaciones, según la agencia de prensa estatal rusa Tass. El periodista estadounidense está en detención preventiva hasta el 29 de mayo, una medida que puede ser extendida en espera de un eventual juicio que podría acarrear una condena de hasta 20 años de prisión.
El delito de espionaje es castigado con penas de diez a 20 años de prisión, según el artículo 276 del código penal ruso, mientras que las autoridades rusas confirmaron que Gershkovich, trabajaba con una acreditación de prensa expedida por el ministerio de Relaciones Exteriores ruso.
Con información de AFP