Benjamin Schreiber, de 66 años, fue condenado a cadena perpetua en el estado de Iowa, en Estados Unidos, desde 1997. Schreiber fue declarado culpable de homicidio en primer grado, por haber asesinado a un hombre, en complicidad con la novia de su víctima.

Schreiber habría asesinado a su víctima en el año 1996, golpeando al hombre repetidamente con un hacha.

Muerto

Desde entonces, Schreiber cumple su pena de cadena perpetua en una cárcel de Iowa, sin posibilidad de libertad condicional.

En el año 2015, Schreiber desarrolló cálculos renales, que lo llevaron a desarrollar una intoxicación séptica, una delicada situación médica en la cual los órganos y tejidos del organismo, no reciben un aporte suficiente de oxígeno y nutrientes, conllevando a la muerte progresiva de las células y a un fallo en la función de los órganos, que puede desembocar en la muerte.

Su corazón alcanzó a detenerse, así que tuvo que ser reanimado. | Foto: GETTY IMAGES

En ese momento Schreiber perdió el conocimiento. De inmediato, fue trasladado de la Penitenciaría Estatal de Iowa a un hospital cercano. Su corazón alcanzó a detenerse, así que tuvo que ser reanimado, según reporta el diario estadounidense New York Post.

Benjamin cumple su pena de cadena perpetua en una cárcel de Iowa, sin posibilidad de libertad condicional. | Foto: Getty/poco_bw

Los médicos le aplicaron epinefrina y adrenalina para revivirlo, finalmente sobrevivió, y una vez que se estabilizó, trataron su sepsis y lo enviaron de regreso a la cárcel.

Temporalmente muerto

Desde ese momento, Schreiber intenta argumentar ante el tribunal que se le debería permitir salir libre, pues técnicamente ya ha muerto. Aunque claro, después resucitó, pero esa nueva pena iniciaba, según él, después de su cadena perpetua.

De acuerdo con el New York Post, el hombre condenado argumenta que su pena de cadena perpetua era hasta su muerte, y no era “cadena perpetua más un día”.

Schreiber además dice que él no pidió que lo revivieran. De acuerdo con el diario británico The Mirror, el condenado aduce que años antes había firmado una orden de “No resucitar”, en casos médicos como el que vivió.

Para la Corte de Apelaciones de Iowa, sin embargo, el argumento no es válido: “Schreiber todavía está vivo, en cuyo caso debe permanecer en prisión, o en realidad está muerto, en cuyo caso esta apelación es discutible”, escribió la jueza Amanda Potterfield en el argumento sobre la decisión final.

Otro intento

Un tribunal inferior tomó la primera decisión sobre el tema y argumentó que la defensa de Schreiber era “poco convincente y sin mérito”. La última decisión fue la que tomó la Corte de Apelaciones.

La decisión final la tomó la Corte de Apelaciones. | Foto: Getty

La jueza Potterfield también aclara en su decisión que no considera que ningún componente de la legislatura vigente, pretendiera poder poner en libertad a los acusados de delitos, que habían recibido procedimientos médicos que incluyeran la reanimación.

La jueza además aclara que, de acuerdo con la ley de Iowa, cualquier persona culpable de un delito grave “debe pasar el resto de su vida natural en prisión, independientemente de cuánto tiempo termine ese período de tiempo o cualquier evento que ocurra antes de que termine la vida del acusado”.