Ni la reciente visita de Antony Blinken a China hizo bajar la guardia a los ejércitos de Estados Unidos y del gigante asiático, quienes siguen teniendo encuentros peligrosos en aguas asiáticas.
Hace unas horas las autoridades de China informaron que el jueves 22 de junio “supervisaron en su totalidad” el paso de un buque de la Guardia Costera estadounidense a través del estrecho que separa la China continental de la isla de Taiwán.
El portavoz de la Guardia Costera china, Gan Yu, indicó que el paso de esta embarcación “elevó el interés público”, antes de afirmar que las autoridades de su país “lo acompañaron durante todo el camino, abordando el caso en línea con las leyes y regulaciones”.
“La Guardia Costera china reforzará la aplicación de las leyes en aguas bajo jurisdicción china y protegerá de forma decidida la soberanía nacional, la seguridad y los derechos e intereses marítimos del país”, dijo de manera enfática Gan, según un comunicado publicado por la Guardia Costera china en su página web.
Por su parte, la Séptima Flota de Estados Unidos confirmó el paso del buque Stratton y describieron esta acción como “un tránsito rutinario a través del estrecho de Taiwán”, antes de incidir que en la zona atravesada se aplica “la libertad de navegación y sobrevuelo, en línea con el Derecho Internacional”.
“El barco ha transitado por un corredor en el estrecho que está más allá de las aguas territoriales de cualquier estado costero. El tránsito del Stratton por el estrecho de Taiwán demuestra el compromiso de Estados Unidos con un Indo-Pacífico libre y abierto. El Ejército estadounidense vuela, navega y opera allá donde lo permite el Derecho Internacional”, señala el documento oficial.
El paso de la embarcación tiene lugar además después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tildara el pasado martes 20 de junio de “dictador” a su homólogo chino, Xi Jinping, unas declaraciones que Pekín tildó de “provocación política”, poco después de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, visitara el gigante asiático para intentar rebajar las tensiones.
“Es muy vergonzoso para los dictadores cuando no saben lo que pasó”, afirmó Biden durante una recepción del Partido Demócrata en California, en presencia de periodistas. “Cuando el globo fue derribado, Xi Jinping estuvo muy avergonzado y negó que siquiera estuviera allí”, agregó el presidente estadounidense.
Las declaraciones fueron condenadas por China, que calificó este miércoles de “ridículo” el comentario de Biden. “Este comentario de la parte estadounidense es realmente ridículo, muy irresponsable y no refleja la realidad”, dijo Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Es “una abierta provocación política”, agregó el portavoz, consultado sobre esa declaración en una reunión informativa periódica.
A pesar de estas duras palabras, la visita de Blinken dejó un punto en común entre Estados Unidos y China, ya que el secretario de Estado afirmó que no apoya la independencia de Taiwán y reiteró el respaldo de Washington al principio de ‘una sola China’, eso sí, calificó de “provocativas” las acciones de China en el estrecho de Taiwán y el mar de China Oriental.
Taiwán cuenta con un Gobierno independiente desde 1949, pero China considera el territorio bajo su soberanía y su política fundamental respecto a la isla es la de una reunificación pacífica bajo el principio “un país dos sistemas”, aunque no descarta el uso de la fuerza ante “intentos independentistas”.
*Con información de Europa Press.