En la mañana de este jueves 22 de junio, se agotó la esperanza de encontrar con vida a las cinco personas a bordo del sumergible Titán, de la compañía OceanGate Experience, que se perdió la tarde del domingo y que convocó una gran comitiva internacional de equipos de búsqueda especializados. Poco tiempo después, la Guardia Costera de Estados Unidos informó que se habían encontrado los restos de la cápsula.
Tras la devastadora noticia, las autoridades indicaron que el sumergible habría sufrido un “implosión catastrófica”, por lo que las personas a bordo habían muerto instantáneamente y los restos de la nave se quedaron en el fondo del océano. Sin embargo, luego de esta primera información, la gran pregunta para muchos es qué significa una “implosión” y por qué esta tiene la calificación de “catastrófica”.
Pues bien, en términos sencillos, una implosión ocurre cuando un objeto se rompe hacia dentro, su tamaño se reduce y se visualiza como una compresión del mismo. Este tipo de situaciones son comunes en la ingeniería, en operaciones controladas en edificaciones, son naturales en el espacio exterior, pero en el océano se dan por la aplastante presión del agua cada vez que se ahonda más en las profundidades.
Una implosión causada por un defecto en el casco o por cualquier otro motivo, es decir, por el material y la construcción de la capa externa del sumergible, haría que se derrumbara sobre sí mismo en milisegundos, aplastado por la inmensa presión del agua.
En este caso, los restos del Titanic, que eran el objetivo del grupo de OceanGate, descansan en el lecho marino del Atlántico Norte, a unos 3.800 metros de profundidad. A nivel del mar, la presión atmosférica es de aproximadamente de un bar, nivel conocido como una atmósfera.
A la profundidad a la que se encuentra el transatlántico, la presión del agua multiplica por 400 los valores de la superficie marina. A modo de comparación, la mordedura de un gran tiburón blanco ejerce una fuerza de casi 275 bares, según Scientific American.
Así entonces, al llegar el sumergible hasta cierto nivel de profundidad, además de implosionar, también mueren inmediatamente todos los ocupantes. En redes sociales han circulado varios videos en los que se demuestra visualmente la forma en como se habría implosionado la nave, dejando solo pedazos de metal a su alrededor.
El Titán fue construido por OceanGate Inc. en Everett, Washington, y según explicaron desde la compañía, estaba diseñado para soportar la presión extrema del agua a la profundidad del Titanic y ya había realizado inmersiones anteriores en el pecio; sin embargo, hubo problemas de seguridad y daños eléctricos en varios de los viajes anteriores, según evidenciaron turistas que tomaron el tour.
Además de esto, ya se habían planteado algunas dudas sobre su seguridad, sobre todo en una demanda que involucraba al exdirector de operaciones marinas de OceanGate, David Lochridge, quien fue despedido en 2018 después de advertir sobre el casco de fibra de carbono “experimental” del Titán, lo que habría terminado con provocar la tragedia de esta semana.
Por su parte, Roderick Smith, quien es profesor de ingeniería del Imperial College de Londres, dijo que el accidente probablemente se debió a un “fallo del casco de presión”, pero será necesario recuperar los restos para llevar a cabo una investigación completa. A pesar de esto, las autoridades han revelado que son pocas las esperanzas de poder recuperar la nave y los cuerpos.
Incluso, Smith recalcó que con ese material también puede resultar difícil precisar la causa de la tragedia. “La violencia de la implosión significa que puede ser muy difícil determinar la secuencia de los acontecimientos”.
*Con información de AFP.