Uno de los escenarios más indeseados para una persona que busca emigrar a Estados Unidos, es que su proceso termine en una deportación.
Cuando se habla de deportación, se refiere a la la expulsión de una persona o un grupo de personas de un lugar o un país. Al hablar de expulsión, se suele usar como sinónimo de deportación, pero su uso se suele restringir al contexto de las leyes internacionales, mientras que el término deportación se refiere a la ley nacional.
Un proceso de deportación queda registrado en el sistema de migración y la persona deportada se considera ilegal, en el lugar de donde es expulsada, aún cuando en su pasaporte no quede un sello de deportación.
De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, una deportación es “el acto del Estado en el ejercicio de su soberanía mediante el cual envía a un extranjero fuera de su territorio, a otro lugar, después de rechazar su admisión o de habérsele terminado el permiso de permanecer en dicho Estado”.
Deportación desde Estados Unidos
Cada país tiene normas diferentes, en el caso de Estados Unidos un extranjero podrá ser detenido y deportado en el caso en que no cumpla con las siguientes leyes del país, de acuerdo con el portal del gobierno estadounidense.
1. La persona ingresó al país ilegalmente.
2. El ciudadano extranjero cometió un delito o violó las leyes de Estados Unidos.
3. La persona desobedeció repetidamente las leyes de inmigración (no cumplió con los permisos o condiciones para estar en el país) y es buscado por inmigración.
4. El extranjero se encuentra involucrado en actos criminales o representa una amenaza para la seguridad pública.
Qué sucede al ser deportado
Según el gobierno de Estados Unidos, un ciudadano que esté próximo a ser deportado puede permanecer en un centro de detención hasta la fecha de su juicio en la corte de inmigración o hasta el día de su deportación.
En algunos casos la deportación se da de manera ágil: “Los extranjeros que no pasaron por un control migratorio al entrar al país y que no cumplieron con los requisitos que regulan su entrada o presencia prolongada en Estados Unidos, pueden ser deportados rápidamente”.
En estos casos la persona no tendrá una audiencia en un tribunal o corte de inmigración, sino que será deportada bajo una orden de deportación expedita o acelerada.
En casos distintos en que la deportación no se realice de manera ágil, el caso será presentado ante un juez en la corte de inmigración y la persona afrontará un proceso de deportación más largo.
Corte de inmigración
En los casos en que la persona tenga que asistir a una Corte de Inmigración del Departamento de Justicia de Estados Unidos, el caso y la orden de deportación se examinarán en detalle.
Si el juez considera que se debe realizar la deportación, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos ejecuta la orden, pero se dará la posibilidad de que la persona salga del país de manera voluntaria, un proceso conocido como “salida voluntaria”.
Aunque depende de la particularidad del caso, en la mayoría de ocasiones cuando alguien es deportado de Estados Unidos, el gobierno del país prohibirá el reingreso de la persona por un cierto período de tiempo, dependiendo de las circunstancias. Ese periodo podría estar entre los cinco a los veinte años.